El sector inmobiliario para mayores en España, o senior living, tiene una doble vertiente. Por un lado, y a nivel nacional, los senior buscan activos localizados en ubicaciones familiares. Áreas cercanas a sus municipios con el fin de seguir vinculados a su estilo de vida y rutina. Por otro, la demanda internacional prefiere áreas alejadas de los centros de las ciudades y silenciosas. Eso sí, con los servicios necesarios para cumplir sus expectativas: costa, sol, golf...
Más allá de esta dualidad, en la actualidad, en España hay 380.000 camas de senior living de todas las tipologías. Es decir, 3,1 por cada 100 seniors. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que sean 5 por cada 100. Por tanto, hay camino por recorrer.
Un camino en el que será necesaria una inversión de 6.000 millones de euros sólo si se quiere mantener el ratio actual. La razón es bien sencilla: el número de seniors crece año tras año. Pero si se quiere alcanzar la meta propuesta por la OMS serían necesarios 13.000 millones de euros hasta 2030. Es decir, 1.445 millones de euros al año, según un estudio de Atlas Real Estate Analytics y Fragua.
Crecimiento
A día de hoy, en España hay 5.556 centros operativos. Por tanto, ha crecido un 4% entre 2017 y 2021. En términos de plazas totales, la cifra supera las 384.000, marcando un crecimiento del 7% en los últimos cinco años
Por otro lado, la población de 60 o más años en España ha aumentado un 11% entre 2015 y 2021. Además, no sólo aumenta en cantidad, sino en movilidad. En 2015, más de 200.000 seniors cambiaron de residencia. En 2019, esa cantidad se incrementó un 29%: llegó a estar sobre los 259.000. Atlas indica que su poder adquisitivo también está al alza.
De cara al futuro, y en 2025, 8 provincias tendrán un ratio de camas por senior menor al actual teniendo en cuenta la inversión ya confirmada. Se trata de Vizcaya, Barcelona, Valladolid, Madrid, Toledo, Valencia, Sevilla y Málaga.
Hablando de inversión, el número de proyectos de residencias y esquemas de independent living en curso ha aumentado consistentemente en el último año y medio. Así, ha llegado a más de 90 proyectos en mayo de 2022. Dichos proyectos se traducen en una inversión total superior a los 2.553 millones de euros entre 2021 y mayo de 2022: más de 48.300 camas en desarrollo.
Diferentes desarrollos
No se trata sólo de residencias. Por ejemplo, está el llamado independent living o active adult living. Se trata de pisos para mayores independientes con alta movilidad y algunos aún en activo. De hecho, podría darse para personas a partir de 55 años. Aquí destaca el hecho de sentirse como en una comunidad, con servicios y comodidades adaptados a sus gustos y necesidades.
Por otro lado, está el assisted living o care homes o Residencias de mayores. Son pisos para mayores independientes, con alta movilidad y algunos aún en activo. También se adaptan a sus gustos y necesidades.
Luego están las residencias de ancianos tal y como las conocemos. Aquí destaca la atención continua, con esquemas tradicionales de enfermería especializada con asistencia médica de alta intensidad las 24 horas y servicios. Indicadas para mayores dependientes que no requieren los mismos servicios de diversión que los independientes.
También hay que incluir el senior couhousing. Es un modelo cooperativo de vivienda para personas mayores con requisito de edad mínima, autogestionado y cuidado mutuo. Algunos de estos desarrollos son llevados a cabo por los propios mayores.
Y, por último, las estancias temporales en alguno de los modelos antes reseñados para recuperación de enfermedades, posquirúrgicos o daños físicos. O, también, por vacaciones de cuidadores privados.