Con tres olas de calor a sus espaldas, el verano de este 2023 ya ofrece pruebas de que las preferencias de los turistas están cambiando. Y viran sobre todo hacia el norte, donde los termómetros aprietan menos. Lo notan las viviendas turísticas, que este año han mejorado allí su ocupación, mientras baja en Huelva y el arco mediterráneo. Es una tendencia, dicen desde el sector: la de buscar el fresco.
Y por ahora deja dos claros ganadores: Asturias y Galicia, concretamente Pontevedra. Las viviendas turísticas de sus costas han registrado un importante aumento de ocupación para este tórrido agosto.
Crece cinco puntos, en el caso de Asturias -en ninguna región de España ha crecido tanto con respecto a agosto de 2022- y más de cuatro en Pontevedra. En total, tendrán una ocupación del 90% y del 82,3%, respectivamente.
Es un fenómeno que observa Rentalia, la plataforma vacacional de Idealista, en un estudio en el que la costa de la provincia de Huelva se alza como el destino que más sufre con respecto a agosto del año pasado. Aquí la ocupación se desploma quince puntos, pasando a ser ahora de 44,6%.
No solo las costas de Asturias y Pontevedra florecen, pero su comportamiento acaba por ser clave teniendo en cuenta que apenas en cuatro costas españolas ha crecido la ocupación de viviendas turísticas para agosto, en un contexto marcado por la inflación y la pérdida de poder adquisitivo.
El cuarteto de ascensos lo completan la costa de Murcia (que pasa de una ocupación del 80,5% al 84,8%), y la de Lanzarote (del 87,3% al 90,8%). Muchos factores pueden influir en los crecimientos de ocupación, sostienen desde Restalia, pero que la mitad de esas subidas se den en el norte permite vislumbrar "una tendencia creciente".
¿Cuál? Que los viajeros estén buscando destinos "en los que poder huir de posibles olas de calor", apunta a este periódico Almudena Ucha, directora de Rentalia. Con todo, advierte que habrá que esperar para ver si es algo puntual o se asienta en próximos veranos.
Por lo pronto, este agosto dejará en peor situación a Huelva y también al arco mediterráneo, a excepción claro de las playas murcianas. Tras la costa onubense, la que más cae en ocupación es la costa de la provincia de Valencia (del 87,7% al 75,8%), la de Tarragona (del 96% al 85%), la de Girona (del 98% al 87,5%) y la costa de Alicante (del 96% al 85,8%).
Son los fenómenos más destacados para un mes en el que de media la ocupación se ha reducido seis puntos en un año, hasta fijarse en el 84,3%. Un "ligero descenso", considera Ucha, "ante una demanda estable" y que se compara con un verano extraordinario de cifras disparadas, el de 2022.
Que esa media a la baja sea vista como parte de un "proceso de vuelta a la normalidad del sector” ha hecho enmarcar aún más las cejas con el crecimiento del norte.
Es el gran cambio en un agosto en el que el cartel de completo vuelve a reservarse para Mallorca, donde el 99,5% de las viviendas turísticas a menos de 15 km de una playa analizadas por Rentalia están ya reservadas para el mes de agosto.
Le siguen otros destinos como la costa de Menorca, con un nivel de ocupación del 97,3%, la costa de la provincia de Málaga con el 91%. Vienen después los acelerones de 2023: Lanzarote con el 90,8% y la costa de Asturias con el 90%.