El 83% de las viviendas españolas carece de la calificación energética que Europa quiere exigir en 2030
La patronal de la reforma avisa de que no actuar podría conllevar a la pérdida de valor de muchos inmuebles.
15 febrero, 2024 14:28La gran mayoría de las viviendas españolas carece de la certificación energética que Europa quiere exigir para que estas puedan ser vendidas o alquiladas a partir de 2030.
Según los datos ofrecidos este jueves por Andimac, patronal de la reforma y la rehabilitación, el 83% del parque promotor patrio cuenta con 'etiqueta' F o G, las letras más bajas. En este sentido, recuerdan que Bruselas exigirá para 2030 que estas tengan una calificación E. Para 2033, tres años después, la letra de referencia será la D.
En este sentido, la patronal calcula que, en una década, el número de viviendas de entre 60, 70 u 80 años sobre las que nunca se ha llevado a cabo ninguna obra de rehabilitación o reforma ascenderá a 8 millones de inmuebles.
"España no puede asumir como país el riesgo de no impulsar medidas intensas en materia de rehabilitación edificatoria. No hacerlo no sólo no permitirá cumplir los compromisos de descarbonización ligados al ahorro energético, también supone un riesgo creciente para la pérdida del valor de los inmuebles, donde reside el 70% del ahorro de las familias", explican.
A fin de solventar este problema, la patronal ha instado al Gobierno a impulsar la elaboración de los libros de edificio, un documento técnico que incluiría un diagnóstico de cada bloque de viviendas y un plan de actuaciones que ayude a los propietarios a garantizar el buen estado del edificio para las próximas décadas.
"Se trata de una oportunidad histórica para mejorar la calidad del parque edificado en términos de prestaciones. Necesitamos del apoyo de las instituciones para lograr alcanzar ese objetivo, sin ese empuje, será imposible", matizó Sebastián Molinero, secretario general de Andimac durante la presentación.
Así, la patronal considera que los fondos europeos suponen una oportunidad "de oro" para el sector. En este sentido, recuerdan que, aunque en el plano contable los fondos dedicados a la rehabilitación ya han sido ejecutados, su efecto no ha llegado a la economía real por una serie de barreras.
"La enorme dispersión de las ayudas, las barreras detectadas ante la ausencia de preconcesiones y no adelantar las ayudas a los propietarios pese a disponer desde hace meses de los recursos en tesorería, entre otras cuestiones, impiden incentivar la toma de decisiones", detallan.
La Asociación que representa a la distribución profesional de materiales para la edificación y rehabilitación estima que este año se reformarán 1,8 millones de viviendas, sólo un 1% más que en 2023.
Un ligero aumento que sortea la caída prevista en las compraventas de viviendas de segunda mano y que se debe tanto al envejecimiento del parque inmobiliario de la etapa del boom experimentado hasta 2008.