El Gobierno quiere que Sareb reconsidere la venta de su promotora para integrarla en la empresa pública de vivienda
- El sector considera que operación podría frenarse, aunque hay complejidades técnicas para este movimiento por el mandato legal que tiene el 'banco malo'.
- Más información: Así será la primera fase del Proyecto Viena de Sareb: más de 3.700 viviendas asequibles repartidas en 12 regiones
El futuro de Árqura, la promotora inmobiliaria de la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), está en el aire. Pese a que el banco malo había hecho todos los movimientos precisos para ponerla en venta, los planes del Gobierno parece que van en otra dirección.
Ahora, desde el Ejecutivo apuestan por "reconsiderar" la operación. No se descarta que con este movimiento se busque integrar Àrqura en la nueva empresa pública de vivienda anunciada hace unas semanas por Pedro Sánchez.
Se trata de unos gestos que confirman fuentes del sector inmobiliario y que se han visto ratificados en la Comisión de Vivienda del Congreso este jueves. En ella ha prosperado una proposición no de ley para replantear la venta de la Árqura propuesta por Sumar y apoyada por el PSOE y Podemos, con la abstención de PNV, ERC y EH-Bildu y la oposición de Vox y PP.
La propuesta está recogida en una enmienda transaccional que insta al Gobierno a "reconsiderar cualquier operación de venta de activos de la Sareb, ante la inminente creación de una empresa pública que pueda promover vivienda pública a precios asequibles, y la necesidad de suelo público".
El movimiento ha sido muy celebrado en el partido de Yolanda Díaz, que afirman que con este movimiento se ha logrado "frenar" la venta de Árqura.
Sin embargo, voces de la negociación entre Sumar, el PSOE y el Gobierno consultadas por EL ESPAÑOL-Invertia aseguran que esto no es así. Lo que se va a plantear es, en todo caso, una "reconsideración" que se acepta en el Ejecutivo pero que no obliga directamente a nada, indican estas voces, ni siquiera a frenar la venta de la promotora.
Aún así, desde el sector inmobiliario admiten que un frenazo en la venta de la promotora entraría dentro de las expectativas.
Así lo indican las declaraciones recientes de la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, que ha apuntado en El País que la transformación de la entidad estatal de suelo SEPES en la empresa pública de vivienda es "inminente". Es más: la idea es "aprovechar todo lo que se pueda" de la Sareb para el nuevo ente.
La cuestión es si dentro de estos planes está dar marcha atrás a la venta de Arqura. Algo que puede no ser tan sencillo de ejecutar, incluso en términos legales, indican fuentes del sector.
Hacerlo va en contra el mandato con el que se creó Sareb: hacer una desinversión ordenada de sus activos para recuperar el máximo capital posible tras el rescate de cajas de ahorros quebradas por el pinchazo de burbuja inmobiliaria y financiera de hace 10 años. De hecho, la entidad tendría que disolverse en 2027.
Con estas metas en el horizonte, lo obtenido por la venta Arqura se empleará para rebajar la considerable deuda del banco malo, que está en torno a los 29.413 millones de euros.
Apetito e interés
Para la venta, Sareb está siendo asesorada por Deloitte. Según ha podido saber este periódico, ha habido mucho apetito inversor e interés por la promotora, aunque el periodo de ofertas vinculantes no se abrirá hasta febrero.
Cabe recordar que Arqura cuenta con suelos para levantar unas 16.000 viviendas (también en el mercado internacional) y cuyo valor ronda los 800 millones de euros.
Desde Sareb declinan hacer valoraciones sobre cuál es la situación, en estos momentos, de la operación. Indican que no hacen comentarios sobre "decisiones políticas".
Sin embargo, sí recuerdan que la entidad "tiene un mandato que cumplir de desinversión de activos". Eso sí, si el Congreso decide "modificar este mandato, se cambiará y actuará con eficacia".