Todos tenemos más o menos claro que cuando buscamos una rentabilidad mayor estamos asumiendo mayores riesgos. Lo que ya no tenemos todos tan claro es la valoración y la percepción de ese riesgo.
Normalmente los clientes más conservadores no quieren asumir ningún riesgo o, mejor dicho, no quieren asumir una pérdida aunque sea temporal (volatilidad no es riesgo, aunque la gente lo asocie). Mi respuesta es siempre la misma: hay inversiones más conservadoras e inversiones más arriesgadas, pero todo tiene un riesgo. Hace unos años esto era difícil de explicar a la gente, pero si algo se ha podido comprobar en la pasada crisis es que "todo" puede ir mal y por lo tanto no existe el riesgo cero.
La gente suele ver la renta fija del Estado como el 'riesgo cero', pero, por un lado, hemos visto que varios países han necesitado asistencia financiera. Y otros -como España en el 2012- o recientemente Italia han sufrido fuertes tensiones y caídas de precios en sus bonos a largo plazo.
Otro activo financiero que también era considerado de 'riesgo cero' son los depósitos o plazos fijos, hasta que empezaron a tener que ser rescatadas algunas cajas; y tuvo que salir el estado a garantizar los depósitos de hasta 100.000 euros, ante el miedo a una retirada masiva de dinero. Esta es más una garantía fiduciaria para trasmitir tranquilidad que real. Por dos motivos: 1) si la gente no se fía de la solvencia del Estado (el asegurador), cómo te vas a fiar de la garantía de éste; y 2) estos 100.000 euros solo tienen sentido para caídas de bancos pequeños, o como mucho de alguno mediano.
Si quebrase un gran banco o varios medianos, el Estado no podría afrontar esa garantía. Tenemos el caso de Argentina, con el 'corralito' o, más recientemente, Irlanda y Grecia, donde el apoyo del Estado al conjunto de bancos supuso la necesidad de un rescate al país por el conjunto de la Unión Europea.
"La próxima vez que vean una alternativa de inversión en la que "es imposible perder" recuerden una frase conocida en la bolsa americana: 'There's No Such Thing as a Free Lunch'"
A todo ello, se suma que la rentabilidad de esta deuda 'segura' esta entre el -0,4%, de la deuda alemana a 5 años, al 1% de la deuda española a 10 años, pasando por rentabilidades del entre 0,1% y 0,5% en la mayoría de depósitos bancarios. Si comparamos estas rentabilidades con un nivel de inflación cercano al 2%, tenemos una pérdida de poder adquisitivo de entre el 10% y el 20% en 10 años, lo cual supone un coste muy elevado.
Luego tenemos la visión 'miope' del riesgo. Es decir, inversiones que ofrecen una gran rentabilidad y que parece que la posibilidad de pérdida es "casi" imposible. Existen multitud de ejemplos:
a) Depósitos estructurados: las combinaciones y posibilidades son infinitas, pero, en resumen, podríamos decir que el cobro de un cupón muy alto va asociado a que no suceda algo. Ejemplos: sobre un valor, si no baja más del 50% te da un 10% de interés, pero si baja pierdes el porcentaje de bajada, esto que en un valor sólido como Telefónica, Iberdrola, Santander, etc… parecía imposible ha pasado. Que varios valores estén por encima del precio inicial y te dan hasta 7 años con un cupón del 20% anual, lo malo es que siempre hay alguno que ha bajado. Que una materia prima no suba o baje más de un nivel, etc...
b) “Los inmuebles, que nunca bajan”.
c) Fondos Hedge gestionados por magos de las finanzas y que se estrellan y pierden más del 30%.
d) Fondos conservadores con objetivos de rentabilidad de Euribor + 2% o incluso más, y que llega una época de crisis y pierden el 20% o más. R4 eurocash, Credit Suisse Target Return, Credit Agricole VAR4, etc…la lista sería muy larga, pero creo que la idea queda clara.
Como resumen, hay que recalcar que la rentabilidad va asociada al riesgo, y que la próxima vez que vean una alternativa de inversión en la que "es imposible perder" recuerden una frase conocida en la bolsa americana. "There's No Such Thing as a Free Lunch".
* Antonio Aspas, socio de Buy & Hold