Nadie se pregunta hoy si un coche tiene dirección asistida o airbag, o si un móvil viene o no con bluetooth o cámara de fotos. De igual manera, en una década nadie se planteará si los productos financieros que compraremos incluirán o no factores extra-financieros. Todos lo harán. Pero hoy, como hace una década con los coches o los móviles, sí debemos preocuparnos de distinguir qué productos los incorporan y cómo; y muchos recordareis lo difícil que era decidir entre comprar un VHS o un Beta.
Estamos asistiendo a los primeros pasos en la creación de modelos de gestión que incluyan factores extra-financieros. Por ello, aún existe una gran dispersión entre los diferentes proveedores de análisis y cierto nivel de confusión en cuanto a la nomenclatura y definición de los estilos y productos. Los reguladores van a tener un papel fundamental en acelerar esta transformación, fomentando la homogeneización de conceptos y la definición de productos, ayudando a los inversores a distinguir aquellos realmente comprometidos de los enfocados en el marketing.
Actualmente, existe un mayor desarrollo en los productos de renta variable, en los que se puede encontrar una amplia oferta con diferentes aproximaciones: exclusiones, integración de factores, 'best in class', temáticos…
La incorporación de factores ASG (ambientales, sociales y de buen gobierno) en la gestión de los activos de renta fija es un proceso más reciente, y está aún en un estado de menor desarrollo, destacando las aproximaciones a bonos sociales y/o verdes.
La preocupación por integrar los aspectos ASG en las carteras es una tendencia imparable y no una moda, no solo tiene sentido económico en el medio plazo (las empresas menos responsables deberán hacer frente a mayores tasas impositivas, sanciones …), sino que es una necesidad para continuar con el desarrollo global. Todo ello, probablemente derivará en una mayor exigencia del inversor institucional, una mayor concienciación del inversor particuilary una regulación más “intervencionista” (exigiendo explicitar claramente la aproximación y compromiso de los productos financieros).
"Es muy probable que los ETF's/ productos indexados tradicionales sean 'canibalizados' por los nuevos productos indexados que cubran las necesidades ASG de los inversores"
Fruto de lo anterior, podemos ver en el futuro cercano un mayor apetito por producto responsable, tanto desde el ángulo de la gestión activa como desde la gestión pasiva, por lo que es esperable también una mayor oferta desde ambas estrategias.
La industria indexada/cuantitativa ha demostrado en los últimos años su enorme grado de adaptabilidad. Internet le ha permitido un acceso rápido, barato y directo a los inversores, lo que facilita su penetración y crecimiento en volumen. La tecnología le ha permitido innovar, escalar y adaptarse a escenarios o procesos más complejos a un coste muy bajo. Por eso consideramos que tendrá un papel muy relevante en el desarrollo de soluciones ASG, no solo dando respuesta a la demanda que se vaya generando, sino incluso creándola. Es muy probable que los ETF's/ productos indexados tradicionales sufran un proceso de 'canibalización' por parte de nuevos productos indexados que cubran las necesidades ASG de los inversores.
La industria de la inversión activa tendrá que hacer mayores esfuerzos para demostrar su capacidad de generar valor. Quizá esta sea una buena oportunidad, ya que la generación de valor en el campo ASG puede ser al menos tan relevante como la del propio “alfa”. Será necesario ofrecer soluciones diferenciadas, capaces de generar rendimientos financieros al mismo tiempo que crea un impacto social y ambiental positivo y medible para los inversores.
Desde la industria y los organismos reguladores estamos de nuevo ante una inmejorable oportunidad de demostrar nuestra responsabilidad para con los clientes y la sociedad, ayudando a un desarrollo e implementación que no es una moda, sino una necesidad.