La inversión en empresas 'value', o de valor, se basa en invertir en compañías que cotizan a múltiplos de valoración bajos y con un importante descuento sobre su valor intrínseco. Esto puede ocurrir por diversos motivos, aunque principalmente asociados con que la empresa, o incluso todo el sector, esté pasando por dificultades.
El inversor 'value', tras estudiar la compañía, debe saber diferenciar entre situaciones coyunturales que la empresa va a resolver, y situaciones estructurales en las que la empresa o el sector se van a quedar permanentemente afectados. Estas últimas son las conocidas como trampas de valor.
En cambio la inversión en empresas 'growth', o de crecimiento, se define como la inversión en compañías con unas perspectivas de crecimiento muy altas, debido normalmente a ventajas competitivas que le permiten aumentar precios -y ganar cuota de mercado-; y/o a un fuerte crecimiento del sector donde opera la empresa.
Normalmente estas empresas cotizan a ratios de valoración elevados, descontando precisamente este fuerte crecimiento. Aquí los inversores deben estudiar la compañía y decidir si estos ratios están justificados y si debido a este fuerte crecimiento la compañía va a cotizar a unos múltiplos aceptables en pocos años o si, por el contrario, el crecimiento esperado de la compañía es demasiado optimista y puede decepcionar en el futuro.
Estas dos filosofías de inversión se han ido alternando como mejor estrategia de inversión durante las últimas décadas. Y, si tras el crac de las puntocom del año 2000, la inversión 'value' destacó como la mejor estrategia, en los últimos años la inversión de crecimiento ha resultado claramente la mejor estrategia de inversión.
El duelo está servido. Para los inversores 'value', el descuento de las compañías de valor es histórico; para los 'growth', la revolución tecnológica potencia el atractivo de las acciones de crecimiento
Lógicamente la mejor estrategia, como dice y hace Warren Buffett, es combinar ambos mundo; e invertir en empresas de gran calidad y crecimiento a múltiplos aceptables. No estaremos comprando a precio de saldo, pero en cambio estaremos invirtiendo en empresas de gran calidad. Como ejemplo, si invertimos a PER 15 veces en una empresa en la que van a crecer sus beneficios al 10% durante los próximos 5 años, y tras ese plazo sus beneficios crecen al 3%, la rentabilidad anual que obtendremos seria cercana al 15%.
¿Se va a producir un cambio de tendencia y van a volver a destacar las acciones 'value'? Esa es la pregunta del millón y ambos bandos exponen argumentos a favor de su estrategia de inversión. Los inversores 'value' argumentan que el descuento de las compañías de valor es histórico, y los inversores de crecimiento subrayan que la llegada de Internet y las nuevas tecnologías suponen una disrupción de gran magnitud que va a seguir beneficiando a las acciones de crecimiento y perjudicando a las acciones 'value'.
Como muestra de la situación actual, destacaría que el 10 de septiembre se produjo la mejor evolución en un día de empresas 'value' frente a 'growth' de la última década. ¿Será esto flor de un día o una indicación de un cambio de tendencia? Lo veremos en los próximos meses.
* Antonio Aspas es socio de Buy & Hold