Las crisis desnudan de lo accesorio y en muchos casos ofrecen nuevas oportunidades. Oportunidad de estar a la altura, innovar, mejorar y aprender. También es el momento de crear oportunidades de futuro para las personas. La idea de un confinamiento global, una emergencia sanitaria internacional a partir de un virus desconocido era difícil de anticipar.
En Fundación SERES, organización que tengo el privilegio de presidir, que es un movimiento transformador, un movimiento de empresas, nos obsesiona identificar las claves de la reconstrucción y poner el acento en el futuro, en lo que debemos hacer. Un nuevo mañana, que exigirá, sin duda, actuar según un propósito, comprometerse y hacerlo teniendo en cuenta los retos sociales que aparecerán.
Estamos convencidos y la experiencia también nos dice que las empresas pueden contribuir de manera significativa al desarrollo económico, social o medioambiental, ya sea a través de sus operaciones o de la creación de cadenas de valor. La empresa puede y debe afrontar un reto ambicioso: generar soluciones eficientes, eficaces y escalables al tiempo que sostenibles. La construcción de empresas más humanas, en las que los intangibles determinen su sostenibilidad en el tiempo, que consumidores e inversores sigan premiándolas, eligiéndolas, pero sobre todo que, en plena Cuarta Revolución Industrial, sepan poner el foco en las personas y amplíen el contrato social.
La crisis provocada por el covid 19 pone encima de la mesa dos retos fundamentales para la sociedad y la empresa. En primer lugar, retomar la actividad económica y hacerlo sin dejar a nadie atrás. No menos importante, el segundo gran desafío será contar con líderes responsables, capaces de cambiar el paso, esquivar inercias y aplicar una equilibrada ambidestreza que sepa combinar la necesidad de resultados inmediatos con una visión a largo plazo guiada por el propósito, un ancla formidable para las organizaciones en tiempos de disrupción y gran velocidad. Porque seremos recordados por aquello que hicimos en medio de la crisis. Y esto nos exige fuerzas específicas en todas partes y, por supuesto, un nuevo contexto empresarial basado en mayor trasparencia, una ética como principio básico y una respuesta más completa.
Un gran desafío será contar con líderes responsables, capaces de cambiar el paso, esquivar inercias y aplicar una equilibrada ambidestreza
Esta semana el director general de la OIT, Guy Ryder, ofrecía algunos datos que ilustraban la magnitud de esta crisis. El impacto en el empleo por el covid 19 se prevé con una pérdida de 305 millones de puestos de trabajo (calculados por horas trabajadas) y con una consecuente caída del PIB del 10,5% en todo el mundo. En 2009 hablábamos de 22 millones de puestos de trabajo eliminados por la crisis financiera de ese momento. Atendiendo a la magnitud de lo que parece que está por llegar, la acción coordinada, internacional y en colaboración se hace más necesaria que nunca.
El plan de reconstrucción o reanimación de las empresas debe pasar por conectar el progreso económico con el progreso social. La voluntad empresarial de crear y construir un "nuevo contrato social" no es filantropía sino necesidad.
La voluntad empresarial de crear y construir un 'nuevo contrato social' no es filantropía sino necesidad
En Fundación SERES hemos comprobado cómo este movimiento de valor compartido entre sociedad y empresa, que llevamos defendiendo juntos durante algo más de una década, se hace siempre más necesario y crucial que nunca. El covid 19 ha sido una magnífica prueba para comprobar que contamos con un tejido empresarial comprometido, que quiere ser parte de la solución, se compromete y pasa a la acción. Trabajamos poniendo el foco en las personas y somos conscientes de que, en este cambio de paradigma, que vivimos, los mejor posicionados no serán los más fuertes, sino los más ágiles, los que sepan ser pioneros y abrazar el cambio.
Construir el mañana
Una pandemia de estas características nos ha obligado a incluir la distancia social en nuestros hábitos y a reducir la movilidad drásticamente como medida preventiva, pero es evidente que solo la venceremos a través de la colaboración de todos. La colaboración es, hoy en día, la hoja de ruta más clara para pasar a la acción.
Bill Gates lo recordaba hace unas semanas, al afirmar que "al fin y al cabo, a los seres humanos no nos unen solo unos valores y unos lazos sociales comunes. También estamos conectados biológicamente por una red de gérmenes microscópicos que vinculan la salud de una persona a la de todas las demás. En esta pandemia, todos estamos conectados. Nuestra respuesta también debe estarlo".
Leía en un estudio reciente que la reconstrucción está marcada no solo por la reactivación económica, por el apoyo a los sectores especialmente golpeados, la protección del tejido productivo, el modelo digital y la apuesta decidida por la I+D+i, sino por la oportunidad de diálogo social como punto de encuentro y consenso.
Los retos sociales sobre los que reflexionábamos hace varias semanas siguen ahí, quizás ahora más entremezclados y complejos: derechos humanos, desigualdad y pobreza, IA, diversidad e inclusión, brecha digital… Desde hace varias semanas y en el seno de la crisis que estamos viviendo Fundación SERES cuenta con un espacio de reflexión #LíderesResponsables, en el que la alta dirección comparte su visión sobre las claves para la reconstrucción y su plan de acción para reconectar el progreso social y económico y hacerlo comprometidos socialmente, sin dejar a nadie atrás.
Para ampliar el contrato social, evitar brechas y pensar qué mundo queremos que nos espere y qué podemos hacer, sin perder algo esencial de ese propósito del que hablaba al principio, una suerte de 'τέλος' griego que pone a las personas en el centro.
Entre otros, hemos reflexionado sobre asuntos como la importancia de la conexión entre sociedad y empresa, la tecnología e innovación como aceleradores de cambios, el dividendo social como elemento esencial del mundo que nos espera o la humildad intelectual con la que es conveniente trabajar en escenarios volátiles, inciertos, complejos, ambiguos (ese VUCA que tanto esgrimíamos antes de que la covid 19 modificase el mundo que conocíamos).
Un nuevo mañana que exigirá, sin lugar a duda, una gestión responsable, actuación con un propósito y compromiso empresarial claro y conectado con los retos sociales.
*** Francisco Román es presidente de la Fundación SERES.