“Si la honradez no fuera un deber, debería ser un cálculo” (Concepción Arenal).
La economía sumergida engloba todas las actividades laborales y transacciones comerciales que ocurren por debajo del radar, es decir, la actividad económica que no está declarada y por la cual no se pagan impuestos.
El dinero negro se genera con actividades delictivas como el tráfico de drogas y el contrabando, así como con trabajos legales como la jardinería, la construcción, la fontanería, el ocio nocturno o la venta ambulante. En países subdesarrollados, esta parte de la economía también incluye situaciones en las que los individuos se ven obligados a trabajar como esclavos o donde el trabajo se realiza a cambio de otras cosas que no sean dinero.
Cuando los economistas calculamos el PIB de un país, no incluimos la economía sumergida. Esto significa que todos los países del mundo probablemente sean considerablemente más ricos de lo que sugieren las estadísticas oficiales. Entre las principales naciones del mundo, España se encuentra en el podio como podemos observar en esta clasificación de Statista donde además sorprende el caso noruego:
Si profundizamos con toda la Unión Europea y analizamos este gráfico de The London School of Economics, vemos que Bulgaria supera a todas las naciones teniendo una economía sumergida equivalente a casi un tercio de su PIB:
Según esta tabla de World Atlas, Uganda tiene el récord mundial. En los países ricos, la economía sumergida representa entre el 10% y el 25% del PIB, mientras que en algunas economías emergentes como Uganda llega al 94%. Con esta situación, gobiernos como el de Uganda no pueden recaudar dinero suficiente para proporcionar a su población los servicios públicos adecuados.
Cuando los gobiernos intentan prohibir un producto o actividad, involuntariamente alientan a que prospere la economía sumergida. La tabla también nos da una idea del efecto del narcotráfico en América Latina:
Que España sea una de las grandes naciones aficionadas al dinero negro justifica en gran parte que seamos el país que más pagos realizamos en efectivo según este otro gráfico de Statista: nada más y nada menos que el 87% de las transacciones.
No olvidemos que es mucho más efectivo combatir el fraude que implementar medidas populistas como subir los impuestos a los ricos. Si no hubiera pagos en efectivo, los países acabarían con el fraude, pero también es verdad que hay cierto ataque a la mínima privacidad deseable por los ciudadanos. Parece lógico pensar que el 14% de pagos en efectivo sobre el total que realizan los surcoreanos podría ser un nivel óptimo:
No olvidemos que no tiene mucho sentido que estemos continuamente criticando a nuestros políticos si después los que los elegimos hacemos lo mismo.
La mejor herramienta con la que cuentas para convencer a los demás se llama integridad. Sé una persona de honor.