"Si vi más allá, fue porque me subí a hombros de gigantes". (Isaac Newton).
Cada una de las cuatro compañías tecnológicas más grandes del mundo (Amazon, Apple, Google y Microsoft) tienen un valor en bolsa superior al billón de dólares, hito alcanzado por última vez antes de la pandemia.
No es de extrañar que, según BrandZ en su ranking de las 100 marcas globales más valiosas en 2020, estas cuatro firmas sean las marcas con más valor del mundo.
En el top 10, casi todas son tecnológicas y estadounidenses. Las excepciones son los dos gigantes de China: Alibaba y Tencent (fuente: Statista):
Si a los cuatro gigantes tecnológicos añadimos tres más (Facebook, Netflix y Nvidia), la capitalización bursátil conjunta de estas siete empresas equivale al PIB combinado de dos superpotencias: Japón e Italia juntos (fuentes: Holger Zschäpitz y Bloomberg):
Volvamos a los cuatro gigantes tecnológicos del principio. Tres de ellos (Apple, Amazon y Microsoft) ganan dinero de la forma tradicional: cobran al consumidor por sus productos y servicios. Sin embargo, Google genera sus ingresos a través de la publicidad principalmente.
Los cuatro juntos generan casi 830.000 millones de dólares de facturación anual. Usando esta variable (en lugar del valor en bolsa como en el gráfico anterior), juntos serían el 18.° país más grande del mundo en términos de PIB (por delante de Arabia Saudí y justo detrás de Holanda).
Estos cuatro gráficos de Visual Capitalist nos desvelan el detalle de cómo ganan dinero. Amazon obtuvo la mayor cantidad de ingresos totales en comparación con el año pasado, con saltos en casi todas las líneas de negocio:
La única compañía que no registró aumentos masivos de ingresos fue Apple:
Los ingresos por publicidad de Google aumentaron en 20.000 millones de dólares. Mientras que Google Cloud ha crecido en su propio segmento facturando 8.900 millones:
Para Microsoft, el crecimiento de los servicios y la nube condujo a mayor facturación en casi todos los segmentos. Lo más interesante es que el crecimiento de Azure superó al de Office y Windows para convertirse en la mayor partida de ingresos de la compañía:
Sin duda, estamos en la auténtica era tecnológica, se trata del perenne sector de futuro. Sin embargo, que las subidas bursátiles sean tan en vertical no es sano, debe haber cierta oxigenación.
Ya comenté en la columna de la semana pasada que, ante la posible victoria de Biden en las elecciones estadounidenses, conviene que la exposición en bolsa a los gigantes la suavicemos, optando en mayor medida por la próxima generación de grandes tecnológicas.
Pero evitemos también invertir mucho en firmas que suben generando sensación de burbuja. Asombrado me tiene, por ejemplo, NIO, compañía china con la misma actividad que Tesla. Desde que empecé a fijarme en ella hace un mes y medio, ha subido casi un 400%.
Los 'semimonopolios' tecnológicos han ido demasiado lejos, aunque nos han facilitado la vida y nos han permitido prosperar y mejorar. Pero como se puede leer en La gota gorda de Juan Villoro: "Ser gigante puede ser un problema mayor, sobre todo si las demás personas son pequeñas".