Tras cuatro días de mesas redondas y ponencias en el ‘I Simposio Observatorio de la Sanidad: las fronteras de la lucha contra el coronavirus’ organizado por EL ESPAÑOL e Invertia parece claro que es posible mejorar en muchos frentes la estrategia para hacer frente a la segunda ola de la Covid-19 que mantiene en vilo a toda la ciudadanía.
Sin embargo, todo pasa por lo que vienen reclamando los ponentes en este foro: una mayor coordinación y cooperación política. Desde este último área, la exministra de Sanidad y vicepresidenta segunda del Congreso, Ana Pastor, insistió durante la ponencia que pronunció en el marco de este evento en la propuesta de su partido de sellar un gran Pacto de Estado por la Sanidad, "El Pacto Cajal", para corregir los errores y suplir las carencias del Sistema Sanitario español.
Médico y política de profesión, Ana Pastor conoce bien la situación de la Sanidad española, de la que resaltó sus fortalezas. Sin embargo, a la vista de los números y la evolución de los contagios en España, un país en la avanzadilla de la segunda ola de la enfermedad, la diputada del PP considera que es preciso hacer una reflexión sobre los errores que se han cometido en esta pandemia para corregirlos.
Recibida por el presidente ejecutivo y director de EL ESPAÑOL, Pedro J. Ramírez, Pastor acudió este jueves a las jornadas con una cuidada presentación bajo el brazo en la que se recogían muchas propuestas.
Algunas lógicas -como el establecimiento de un protocolo único en España para la vacunación con el fin de que no se establezcan 17 modelos- y la revisión del sistema de financiación sanitario para que las comunidades autónomas puedan contar con los recursos que necesitan para mejorar su capacidad de respuesta con sostenibilidad.
También tuvo espacio para la crítica cuando afirmó que el sistema de alerta epidemiológica no funcionó adecuadamente en el arranque del año y que el Gobierno "minusvaloró" el impacto del coronavirus, algo que ha repercutido en los malos datos de España en la pandemia.
Si tras las reflexiones del ministro de Sanidad, Salvador Illa, en la inauguración de este simposio que acoge la Universidad Camilo José Cela en su auditorio, el sector privado y ha sido protagonista en las jornadas, este jueves el escenario reunió a varios consejeros de Sanidad para analizar cómo están gestionando sus comunidades autónomas la pandemia.
La jornada se inauguró con un coloquio con el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, cuya gestión está en el foco por ser esta región una de las más golpeadas por el coronavirus.
Ruiz Escudero trató de lanzar un mensaje de calma al afirmar que en este momento, la situación está bajo control y no se ha la situación no hay transmisión comunitaria.
Admitió que la Covid-19 está más extendida en los barrios de Carabanchel, Usera, Puente de Vallecas y Villaverde, del sur de Madrid, además de en algunos municipios, como Móstoles. Pero subrayó que en este momento, las camas de hospitalización ocupadas suponen el 8,6% del máximo de la pandemia y en el caso de la UCI, el 15%.
Ruiz Escudero aprovechó el foro para lanzar varios mensajes. De un lado, criticó la falta de coordinación con el Ministerio de Sanidad y de otro, lamentó la falta de medios para la sanidad exterior. Algo que dijo, corresponde al Estado, aunque se está dando la imagen de que son las comunidades autónomas las responsables.
También desde Andalucía se reclamó más coordinación al Ministerio de Sanidad. El consejero de Sanidad de la Junta, Jesús Aguire, afirmó que mejorar la cogobernanza es fundamental para hacer frente con éxito a la Covid-19, una enfermedad, que como se recordó en el Simposio del miércoles seguirá alterando varios años nuestra vida.
Aguirre reclamó más poder para el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS), de manera que sus decisiones sean vinculantes.
La opinión del Gobierno andaluz no es lejana en este punto a la del Gobierno extremeño, aunque la diferencia de color político sí se refleja en matices. El consejero de Sanidad y Servicios Sociales de Extremadura, José María Vergeles, coincidió en la necesidad de reforzar el Sistema Nacional de Salud, pero destacó que el Ministerio de Sanidad "no ha escatimado esfuerzos" en intentar gestionar esta pandemia desde la cogobernanza.
Una cogestión que, según había pedido Ruiz Escudero, previamente debe respetar la autonomía de las comunidades para que cuenten con un margen de aplicación de las medidas que consideren más acertadas para sus territorios.
Frente al virus, hay objetivos que todos los gobiernos parecen compartir, entre ellos, la necesidad de reforzar la asistencia sanitaria en las residencias de ancianos que han vivido una situación dramática este año.
Tras el análisis más político sobre la gestión de la pandemia, por la tarde se devolvió la voz a la comunidad científica. La directora del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), Raquel Yotti, que subió al auditorio afirmando que "la ciencia cura".
La institución que dirige recibió 24 millones de euros en marzo para proyectos de investigación y puso en marcha un comité científico-técnico de Evaluación de Expresión de Interés para proyectos de investigación en Covid-19 y SARS-CoV-2.
"Muchos de estos proyectos ya han empezado a dar resultados meses después", celebró desde el estrado de EL ESPAÑOL. Yotti ensalzó la labor de España en el estudio de seroprevalencia y explicó algunos puntos del apoyo al diagnóstico microbiológico del Instituto.
Tras ella, subieron al escenario los ponentes de la última mesa de la jornada: Daños colaterales de la Covid-19: principales patologías afectadas en la pandemia. En ella participaron el director científico de la Fundación de Investigación de HM Hospitales, José María Castellano, el jefe de la Unidad de Endocrinología del Hospital General de Segovia, Fernando Gómez-Peralta, la especialista del Servicio de Neumología y responsable de la Unidad de Cuidados Intermedios Respiratorios de la Fundación Jiménez Díaz, Sara Heili, y el jefe del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Quirón de Madrid, Rafael Arroyo.
En su coloquio denunciaron cómo la atención que se ha tenido que prestar en estos meses a la Covid-19 ha sido perjudicial para muchos pacientes crónicos que no han podido ser atendidos por la saturación hospitalaria.
Gracias a la telemedicina o al establecimiento de diferentes circuitos dentro de los hospitales se ha podido paliar ese descuido de pacientes que precisaban más atención de la que se les podía dar en los meses de confinamiento y colapso sanitario.
Se habló de casos concretos como la glucemia de los pacientes diabéticos, los problemas cardiovasculares o los neurológicos. Y en concreto se destacó la situación de vulnerabilidad en la que el coronavirus ha dejado a los pacientes con patologías respiratorias.
La directora de Salud Pública de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Neira, cerrará este viernes el I Simposio Observatorio de la Sanidad: las fronteras de la lucha contra el coronavirus por el que habrán pasado 70 expertos y gestores de la Sanidad a lo largo de toda la semana.