Las economías se reabren, el consumo se recupera y las compañías se benefician. Esta es la simple ecuación del ciclo económico expansivo actual. La pandemia de coronavirus ha obligado a muchas compañías suspender el pago de dividendos y abstenerse de grandes inversiones con el fin de preservar el flujo de caja libre (free cash flow).
Después de un año de acumulación de efectivo, las grandes compañías de EEUU parecen estar preparadas para saltar a los excesos. ¿Cómo? Entre otras cosas mediante la recompra de acciones y el aumento de los dividendos.
En lo que llevamos del año, las empresas estadounidenses han autorizado 504.000 millones de dólares en recompras de acciones. Los analistas de Goldman Sachs proyectan que las recompras de acciones por parte de empresas estadounidenses aumentarán un 35% este año. En el caso de Europa, Société Générale espera que las empresas gasten 150.000 millones de euros (180.000 millones de dólares) para comprar sus propias acciones durante el próximo año.
Este deseo entre las empresas de gastar la almohada del efectivo va en camino con la recuperación de la economía en EEUU. En el caso del sector tecnológico, también desempeña un papel importante el miedo a una subida de la inflación que ya ha provocado una rotación en los mercados financieros.
De acuerdo con los datos de S&P Dow Jones Indices, las tenencias de efectivo entre las compañías del S&P 500 superaron los 1,89 billones de dólares a fines del año pasado, el máximo histórico.
En lo que llevamos del año, las empresas estadounidenses han autorizado 504.000 millones de dólares en recompras
Al mismo tiempo, ayudó la decisión de la Reserva Federal levantar restricciones de recompras de acciones y dividendos de bancos. Como bien indica el sentido común, los buybacks podrían ayudar a impulsar tanto las propias compañías como el mercado en su conjunto al alza.
La única pregunta que uno debería plantear es: ¿No sería mejor que utilizaran este exceso de efectivo en capex? Es verdad que, al reducir el número de acciones en circulación, las empresas pueden aumentar sus ganancias por acción, pero no es una estrategia a largo plazo.
¿Cómo pueden los inversores beneficiarse de la bonanza de recompra? Cuando una empresa recompra sus acciones, su valor aumenta a medida que crece el porcentaje de propiedad de cada inversor al reducir el número total de acciones en circulación.
Además, a veces las recompras son mejores que los pagos de dividendos, ya que los accionistas tienen la oportunidad de diferir las ganancias de capital si aumentan los precios de las acciones.
Si no tiene tiempo para seguir las noticias de recompra, siempre puede invertir en fondos cotizados en bolsa (ETF, por sus siglas en inglés) como iShares US Dividend and Buyback, que busca rastrear los resultados de inversión de un índice compuesto por acciones estadounidenses con un historial de pagos de dividendos y/o recompras de acciones.
***Igor Kuchma es analista de Trading View