El sindicalismo español parece pensar fundamentalmente en el poder de sus aparatos. A sus dirigentes les gusta sentarse en la mesa con la ministra de Trabajo y los representantes de los empresarios, aparecer en medios de comunicación y hacer declaraciones altisonantes.
Su postura respecto a la jerarquía de convenios es un ejemplo: quieren recuperar, de alguna manera, la sujeción de los convenios de empresa a los sectoriales ¿Por qué? Porque eso da poder a sus estructuras dado que se negocia en la cumbre. También le daría recursos porque esos trabajos tienen que ser remunerados.
Cosa que no ocurre en Mercadona, que tiene un convenio propio firmado por la empresa y sus sindicatos (CCOO y UGT como organizaciones más representativas). Convenio publicado en el BOE de 18 de febrero de 2019 y vigente hasta el 31 de diciembre de 2023.
Con un convenio de empresa, no sujeto a la jerarquía normativa anterior a la reforma laboral de 2012 (RL12), Mercadona puede tomar decisiones independientes de lo que ocurra en el sector ya que su artículo 21 dice:
"Cuantías salariales. El Salario Base de los Grupos Profesionales, se verá incrementado durante la vigencia del presente Convenio según el IPC, tomando como referencia la tasa anual del IPC general del mes de diciembre publicado por el INE…”.
Los convenios de sector son de mínimos y las mejoras sobre sus disposiciones son de libre albedrío de las empresas y sus sindicatos. Por eso la subida del 5% sobre el salario que este convenio liga a la inflación, no obliga al resto del sector, tampoco aunque se restableciera la jerarquía que quieren los sindicatos.
Pero ¿y si ocurriera lo contrario? Si el convenio de sector decretase el 5% de compensación salarial por la inflación, todas las empresas deberían hacerlo. De manera, que ahora algunas podrían entrar en dificultades. Entonces tendrían que entrar en el farragoso proceso conocido antes de la RL12 como: "cláusula de descuelgue" para no aplicar ese 5%. Algo que exigiría acuerdos con los sindicatos y con la administración laboral como antes de la RL12.
Mercadona sube el 5% de sus salarios, porque su estrategia no sólo lo permite, sino que lo exige. Sus condiciones laborales son parte de su "palanca estratégica". Hacen que los empleados se sientan integrados en la compañía y mejora su productividad. Eso ocurre porque gran parte de sus contratos son indefinidos, hay una carrera interna para quién quiera progresar y sus salarios son razonables en comparación con el mercado.
En consecuencia, cada empresa debería ser autónoma de seguir el convenio de sector o no, porque eso hace que pueda autoorganizarse para competir y mejorar las condiciones de sus trabajadores. Sin embargo, los sindicatos españoles siguen pensando en sus intereses como organización. Por eso, entre otras causas, tenemos el 15% de desempleo.
Mercadona es un ejemplo en el que mirarse para la 'reforma' de la reforma laboral de 2012. Hay que hacer un marco general, defender los derechos básicos de los trabajadores y luego permitir que cada empresa se autoorganice. Aunque dadas las condiciones actuales de la historia laboral española eso es una utopía.
Mercadona es un ejemplo en el que mirarse para la 'reforma' de la reforma laboral de 2012
Además, el ejemplo de Mercadona deja a los sindicatos españoles en mala situación ¿Van a renegociar un aumento del 5% en todos los convenios a la vista de la nueva situación inflacionista? Sería un suicidio para la economía española; generaría una espiral salarios precios que conduce al desastre. En los años setenta del siglo pasado con inflaciones superiores al 20% sólo los famosos Pactos de la Moncloa pudieron revertir ese camino que llevaba al empobrecimiento general del país.
Pero quedarse callados sin decir nada con más de un 5% de inflación es algo que no se compadece con su misión de defender a los trabajadores.
¿Cómo resolver el dilema? La única forma sensata es indicar que las subidas respecto a la inflación se deben acompasar a la situación de cada sector y cada empresa dentro de él. Es decir, olvidarse de la jerarquía de convenios. Traspasar las negociaciones desde la cúpula de los aparatos sindicales a los comités de empresa locales. Ir contra la jerarquía de convenios que quieren recuperar.
¿A que no lo hacen? Mercadona acaba de dejarlos en evidencia.
*** J. R. Pin es profesor del IESE.