El trabajo de la banca en 2022: Covid, sostenibilidad y digitalización

El trabajo de la banca en 2022: Covid, sostenibilidad y digitalización

La tribuna

Banca en 2022: Covid, digitalización, sostenibilidad

El próximo año estará marcado por la continuidad en los planes de trabajo regulatorios ya iniciados este año, según BBVA.

Diego M. Heras Victoria Santillana
27 diciembre, 2021 05:30

La aparición de la Covid-19 en 2020 obligó a los reguladores financieros a tomar medidas para garantizar el correcto funcionamiento del sistema bancario en unas circunstancias sin precedentes. Esta sigue siendo una línea de trabajo prioritaria, tal como demuestran los planes de trabajo para el próximo año 2022 publicados por los principales organismos reguladores, tanto a nivel global como europeo,  en los que exponen sus objetivos estratégicos y las nuevas iniciativas de medidas regulatorias concretas.

El 2022 vendrá marcado por unas líneas de trabajo con un perfil muy continuista. Una de las prioridades será el seguimiento y análisis del efecto de las medidas implantadas para la recuperación de la crisis que ha desencadenado la pandemia de la Covid-19. Adicionalmente, se quiere impulsar el entorno regulatorio prudencial bancario mediante la finalización del marco regulatorio de Basilea III y el fortalecimiento de la protección de los consumidores en la regulación de conducta y de los mercados financieros, así como reforzar la operatividad en caso de resoluciones bancarias y garantizar una transición ordenada hacia las tasas libres de riesgo tras la desaparición de ciertos índices de referencia (LIBOR, EONIA). 

Al mismo tiempo, observamos que se seguirán desarrollándose dos claras líneas de trabajo que han tomado un creciente protagonismo desde hace unos años: la sostenibilidad y la digitalización del sistema financiero. 

Con respecto a los trabajos en materia de finanzas sostenibles, se pondrá el foco en la integración de los riesgos ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza) en la regulación prudencial y en las prácticas supervisoras, y en la creación de estándares internacionales para la divulgación de la información relativa a la sostenibilidad, mientras continúan las iniciativas para hacer frente al cambio climático y otros retos medioambientales (como el seguimiento de riesgos climáticos en los estrés test).

Asimismo, cada vez toma mayor protagonismo la información financiera y no financiera sobre cuestiones relativas a los efectos climáticos. Europa se muestra como región pionera y de referencia en sostenibilidad, concentrándose en la adopción, implementación y ejecución de las medidas legislativas propuestas años antes, mientras a nivel global todavía se sigue trabajando en el diseño y discusión de medidas. 

Se pondrá el foco en la integración de los riesgos ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza) en la regulación prudencial y en las prácticas supervisoras

En lo referente al impulso de la transformación digital, los planes de trabajo mantienen la apuesta por la digitalización como un factor clave para consolidar la recuperación económica, sin perder de vista sus riesgos. Se mantiene el constante seguimiento del impacto de las nuevas tecnologías en los modelos de negocio de los bancos, con un aumento de la atención en el mundo de los criptoactivos, en los temas relacionados con la ciberseguridad y en la resiliencia digital.

A nivel europeo destacamos el avance en 2022 de las iniciativas ya puestas en marcha por la Comisión Europea, como la finalización de la Digital Markets Act (DMA), el Digital Operational Resilience Act (DORA), la regulación de mercados de criptoactivos (MiCA), el reglamento de Inteligencia Artificial, los proyectos de Identidad Digital o las diversas propuestas del paquete de prevención del blanqueo de capitales. Por parte del resto de las instituciones europeas, se seguirá trabajando en la finalización de grandes proyectos de integración, como la Unión del Mercado de Capitales, la Unión Bancaria, y la fase de investigación del Eurosistema sobre el euro digital.

Adicionalmente, se prestará más atención a la necesidad de coordinación internacional, ya que los estándares regulatorios —que a menudo se definen globalmente pero se implementan localmente— pueden generar diferencias entre geografías y problemas de extraterritorialidad regulatoria. 

En conclusión, esperamos un 2022 que continúe con la actividad regulatoria iniciada en 2021, muy enfocada en evaluar la efectividad de las medidas post-Covid y en anticiparse a la aparición de nuevos riesgos que puedan afectar al sistema financiero, con especial interés en los riesgos ASG y de digitalización, acentuados a consecuencia de la pandemia. 

*** Diego M. Heras es Manager de Regulación en BBVA y Victoria Santillana es especialista de Regulación en BBVA.

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