El verdadero motivo de por qué el Ibex 35 es el índice de mejor comportamiento en Europa en lo que llevamos de año, está en la banca. Para entender los motivos del resurgir de uno de los sectores más defenestrados en bolsa de la última década, el único motivo plausible, al menos que encuentro yo, es la subida de tipos de interés.
El argumento central es que asumiendo que el 50% del total de préstamos es a tipo variable, una más que probable subida de 50 puntos básicos en los tipos de interés por parte del BCE se traduciría en, aproximadamente, 25 puntos básicos equivalentes de rentabilidad a 12 meses. Como los depósitos no se benefician de esta subida, en el mejor de los casos se llevará la remuneración desde negativo al 0%, la consecuencia directa es que subir tipos eleva el margen de intereses de los bancos.
Según algunas casas de análisis españolas, esto se traduce en un incremento de hasta el 20% en el beneficio por acción de los bancos. Un contexto de beneficios al alza en medio de una creciente incertidumbre a priori parece una apuesta sensata, que además otorga cierta protección contra la inflación.
Efectivamente, los bancos se van a beneficiar de lo que perjudica a la gran mayoría de españoles. Pero como suele ocurrir, la realidad dista mucho de mejorar la ficción.
Si hay inflación, se crea un impuesto indirecto al consumo ya que consumir lo mismo cuesta un poco más. Algunos bienes incluso se vuelven inaccesibles. Si estuviéramos en un escenario de crecimiento, donde se reduce el paro, hay crédito fluido y los tipos de interés se normalizan, tendríamos lo que en bolsa llamamos un blue sky scenario. Hay que señalar que lo que es bueno para la banca retail también lo es para la banca de inversión y para la gestión de activos, así que hay que multiplicar por tres.
En ese escenario, como además no hay mora, los bancos se lo llevan “crudo”. No olvidemos que desde hace tiempo la política ha cambiado a una más oligopolística y todos están de acuerdo en subir las comisiones.
Con la subida del Euríbor, las familias destinarán el 36% de sus ingresos a pagar la hipoteca, incluso podría comerse media nómina
Y es que la subida de tipos ha llevado al Euríbor, la referencia del 99% de las hipotecas en España, desde su punto más bajo en enero de 2021 (-0,51%) a su nivel más alto en casi siete años (>0,35%). Y subiendo. Utilizando diversas guías de mercado de hacia dónde se pueden dirigir los tipos en un plazo corto de tiempo, parece razonable que como mínimo el tipo de referencia hipotecario vaya a estar muy cerca del 0,50% este verano.
Con estas previsiones, las familias precisarán más del 36% de sus ingresos para pagar la hipoteca. Es más, con la subida de tipos esperada la hipoteca se comerá media nómina si el Euríbor escala al 1,5% como espera el mercado a medio plazo.
Si analizamos lo que los hogares dedican de su presupuesto a gasto, podemos encontrar tres grandes grupos: vivienda, agua, electricidad y energía suponen aproximadamente el 30% del presupuesto; alimentos y bebidas no alcohólicas el 14%, y transporte algo menos del 13%. Según CaixaBank, el esfuerzo hipotecario medido sobre renta disponible se espera que supere el 39% si el Euríbor llega al 2%. Y a esto hay que sumar la inflación ya incrustada en el resto de las rúbricas, por lo que no es que la capacidad de ahorro sea inexistente, sino que con toda probabilidad la ratio del servicio de la deuda empeorará y volverá a mirar a los niveles récord de 2018, en el 18,9%.
Por otro lado, los tipos de crédito hipotecarios están formados a partir de los diferentes plazos de la curva de tipos y por el riesgo de crédito. Según un estudio de BBVA Research, España es de los países más sensibles a los elementos comunes de la curva de tipos. También tienen una fuerte influencia elementos específicos que son sensibles a la prima de riesgo soberana y, por supuesto, al riesgo de crédito.
Todo esto significa que mientras los bancos ya descuentan un dulce 2022, los próximos ejercicios se presentan como un pan para hoy y hambre para mañana. Unas teóricas mayores provisiones (solo contabilizar la mora esperada para el ICO y los créditos blandos a pymes ya hace temblar), un escenario de riesgo en el que a los bancos les cuesta mucho prestar y una macro poco optimista, a lo que hay que añadir la acelerada desintermediación de una juventud que no comulga con los bancos, presentan a la banca como el gran cisne negro de la bolsa española. Un sector que, a pesar de la alegre mejora estimada en los beneficios, en el mejor de los casos seguirá siendo un 45% del récord de beneficios obtenido en… 2008. Suerte.
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