90 días antes de que lleguen los turistas, el Instituto Valenciano de Tecnologías Turísticas, con sede en Benidorm, ya sabe cuántos van a llegar esa semana al aeropuerto de Alicante. Lo hace empleando técnicas de inteligencia artificial, muy útiles, para por ejemplo, esquivar el caos aéreo que ha afectado a casi todos los países europeos y que España ha gestionado con bastante acierto.
Es uno de los múltiples beneficios que la inteligencia artificial puede aportar a un sector tan relevante como el turismo, pieza esencial en la economía de España antes y después de la pandemia. Aprovechar las ventajas que la tecnología puede aportar para marcar otra diferencia debe ser ahora prioritario para todos los actores, desde las administraciones hasta las pymes.
Pero, ¿qué clase de datos aportan instituciones como el Invattur y cómo podemos sacar provecho de ellos? Obtener el dato es sin duda relevante, pero saber interpretarlo es aún más beneficioso. Y algunos servicios públicos proporcionan información relevante que puede bajarse al terreno para gestionar con éxito una temporada turística, seas gerente de un hotel o dueño de una zapatería.
La inteligencia artificial ofrece tecnología lo suficientemente fiable como para hacer predicciones sobre cómo realizan los turistas búsquedas de sus destinos y adivinar cuál de ellos presentarán tasas más altas de ocupación. Así, la web de Invattur ofrece informes semanales sobre la capacidad aérea, Google Trends o análisis de inteligencia competitiva frente a otros destinos.
Una herramienta muy útil que permite conocer con exactitud la antelación con la que los turistas realizan su reserva, mercado por mercado. Es decir, se puede saber que los ingleses que quieren viajar en agosto a la Comunidad Valenciana compran sus billetes con 69 días de antelación.
Impulsar el uso de la inteligencia artificial en sectores tan estratégicos como el turismo o el comercio local, redundará en beneficios de todos
Algo tremendamente útil para reforzar las campañas de marketing en el momento apropiado y que solo es posible gracias al desarrollo de campañas de Big Data e Inteligencia Artificial.
También permite saber de qué nacionalidad serán la mayoría de visitantes de una zona turística. Este año, por ejemplo, hay un incremento muy importante de turistas noruegos en la Costa Blanca. Un 86% más que el pasado año.
Aunque los noruegos hablan en su mayoría inglés perfectamente y no parece necesario contratar un dependiente que hable su idioma, algún avispado comerciante puede hacer algún guiño local a esta comunidad que atraiga su interés. La información –y su correcta interpretación- siempre traen ventajas competitivas.
Además, el sistema obtiene registros de los turistas y saca un perfil tipo. Esto supone una ventaja competitiva porque, además de saber con días de antelación el tipo de turista que va a buscar un destino y cuándo, el marketing puede ser más efectivo, lo que se traduce en campañas personalizadas, mucho más segmentadas y efectivas.
Comercio local
Se sabe, por ejemplo, que el turista medio en julio tiene prevista una estancia media de 7,3 días, y que los días que más búsquedas se realizan son los lunes y los domingos. También permite, incluso, analizar la competencia. La de Alicante, en esta época del año, es Cádiz, Bari y Niza.
Pero no solo los mercados turísticos pueden beneficiarse de la inteligencia artificial, también el comercio local, que puede encontrar en ella un valioso aliado para su supervivencia. Eso es al menos lo que han pensado en Bilbao, donde un ambicioso proyecto ofrecerá a 4.000 locales la posibilidad de impulsar su negocio a través del Big Data y la interpretación de estadísticas.
El proyecto está siendo desarrollado por el ayuntamiento de la ciudad y la entidad financiera KutxaBank. Su nombre oficial es "Plataforma avanzada de datos aplicada al comercio", y es algo así como un boletín interno entre los pequeños comercios para poder conocer un poco mejor cuáles son los perfiles y los hábitos de consumo de sus vecinos del barrio y del distrito e incluso de otros puntos de la villa.
Según sus impulsores, todo se hará compartiendo datos anonimizados y protegidos como la edad, los estudios, la ocupación, o el nivel de renta y combinándolos para exprimir la esencia del cliente: sus gustos y hábitos. Algo que ya se hace en otros niveles de la economía y que ahora Bilbao quiere trasladar a su escala.
El desarrollo de esta base de datos dinámica y viva ayudará a tomar decisiones estratégicas a la ciudad, pero también y sobre todo a esas tiendas de barrio ya que tendrán en su mano la posibilidad de ajustar su oferta a determinados periodos del año o cambiar a un negocio demandado en la zona o simplemente centrar su modelo a un tipo de clientela.
En un escenario tan competitivo como esta segunda década del siglo XXI, todos los datos suman, o ayudan a tomar decisiones. Impulsar el uso de la inteligencia artificial más allá de las grandes empresas, en sectores tan estratégicos como el turismo o el comercio local, redundará en beneficios de todos. La tecnología aporta ventajas, es el momento de saber aprovecharlas.
*** Alicia Richart es general manager de Afiniti.
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