"La bolsa es un mecanismo que transfiere dinero de los impacientes a los pacientes" (Warren Buffett)
Hay tres informes/eventos anuales imprescindibles para todo buen inversor en los mercados de valores: la carta anual de Berkshire Hathaway (Warren Buffett), la junta anual de accionistas de Fundsmith y el Credit Suisse Global Investment Returns Yearbook.
El anuario del banco suizo es imperdible porque actualiza magnitudes muy útiles del largo plazo en los mercados financieros, así que, en el artículo de hoy, aprovecharé para resaltar algunos de los gráficos más relevantes del último estudio, actualizando así la columna que publiqué el año pasado con el mismo título, ya que varios amigos me comentan que la usan como manual para consultas rápidas.
En el periodo de más de cien años comprendido entre 1900 y 2023, los pesos de los países en la bolsa mundial han variado significativamente: Estados Unidos ha pasado a suponer más de la mitad del mercado (58,4%), aunque su PIB representa menos de la mitad de esa cifra en relación con el PIB mundial (25% aproximadamente). Esa diferencia tiene lógica, ya que la todavía primera potencia mundial ostenta las principales empresas del planeta y las que más valor aportan en casi todos los sectores y, principalmente, en el tecnológico.
El desfase que, sin embargo, no tiene tanto sentido es el del caso chino. Pesa sólo un 3,7% en la bolsa mundial, pero su PIB equivale al 19% aproximadamente del global. Este desequilibrio se irá corrigiendo y he aquí precisamente una de las grandes oportunidades que hay en el mercado (y a más largo plazo, la India también). Además, sólo el 3% de la bolsa china está en manos de inversores extranjeros, por lo que el recorrido es enorme.
Ni que decir tiene que España no sale en la tarta ni se nos espera. Encima, en nuestra bolsa, hay muy poca presencia de sectores innovadores. No es de extrañar que nuestro Ibex lleve décadas siendo el patito feo y que los españoles sólo quieran invertir en ladrillo. Aun así, muchos seguirán mirando a nuestro selectivo como si importase demasiado:
La evolución de un queso a otro de la gráfica anterior podemos verla aquí a lo largo del tiempo:
Invertir en bolsa es un riesgo a corto plazo, no invertir en bolsa es un riesgo a largo plazo. Se dice que una vez le preguntaron a Einstein por la fuerza más poderosa del universo y el físico respondió que “el interés compuesto” (rentabilidad sobre la rentabilidad obtenida el año anterior y así sucesivamente).
La bolsa americana es la absoluta referencia mundial y ha dado una rentabilidad media anual del 9,5% desde el año 1900 (6,4% descontando la inflación). ¿Vas a seguir teniendo eternamente el dinero muerto en la cuenta corriente? Un 9,5% durante muchos años es muchísimo. Ejemplo: Si tienes 30 años y eres capaz de ahorrar 300 euros al mes en bolsa, cuando te jubiles con 67 años habrás acumulado algo más de 1.100.000 euros. Después de leer esto, plantéate si vas a seguir despilfarrando el dinero:
Veamos las rentabilidades anuales en términos reales (descontando la inflación) de bolsa, bonos y obligaciones en distintos países. Sudáfrica, Australia y Estados Unidos lideran la clasificación. En la cola están Bélgica, Italia y, como farolillo rojo, Austria (España no está muy lejos de estas tres naciones):
En esta tabla, podemos consultar el detalle. Dijimos que la rentabilidad media anual de la bolsa estadounidense es del 9,5% (6,4% en términos reales). Es decir, la bolsa americana triplica el dato de su inflación media (queda claro que es la bolsa lo que verdaderamente permite evitar la pérdida de poder adquisitivo que genera la inflación).
En el caso de España, la rentabilidad media anual en términos reales de la bolsa es de tres puntos porcentuales menos: 3,4%. Aparentemente, los mercados que figuran en la parte baja de la tabla son más rentables, pero esto se debe a que nacieron más tarde y no sufrieron las consecuencias del crac del 29:
En esta primera tabla de JP Morgan, podemos observar la rentabilidad desde 2010 de las diferentes clases de activos y estilos:
Y en esta otra, la rentabilidad de las principales bolsas mundiales:
En este interesante gráfico de Morningstar, se ve que el value no tiene que ser antagonista del growth. Lo fue durante la burbuja puntocom y su estallido, pero, en tiempos normales, ambos estilos pueden seguir el mismo camino, al alza o a la baja:
Nunca comprarás en el mínimo exacto ni venderás en el máximo exacto. No es ninguna tragedia. El éxito depende completamente de cuán desapasionado seas con las fluctuaciones a corto plazo. El comportamiento es muy importante.
Peter Lynch decía: “Todo el mundo tiene capacidad intelectual para ganar dinero en bolsa, pero no todo el mundo tiene estómago”.