Los tipos bajos tampoco son la panacea
Estos meses solo los perezosos no discutieron posibles consecuencias negativas de un “endurecimiento excesivo” de la política monetaria. El problema es que los tipos bajos tampoco son una panacea. Y esa no es sólo la opinión de unos pocos, sino que también lo es de la Reserva Federal de San Francisco.
A juzgar por el estudio de 54 páginas, una política monetaria ultra acomodaticia es igual de peligrosa para la estabilidad financiera que un posicionamiento extremadamente duro. Así se ha sentado el terreno para la burbuja de las puntocom, la crisis hipotecaria e incluso la faena actual que está viviendo la economía estadounidense.
Si la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) hubiera subido los tipos un poco antes probablemente el problema de la inflación no habría sido tan agudo. Para evitar malentendidos en el futuro, los miembros del banco central estadounidense deberían recordar que los tipos bajos no sólo estimulan los precios de la vivienda, sino también el apetito por el riesgo.
Una política monetaria ultra acomodaticia es igual de peligrosa para la estabilidad financiera que un posicionamiento extremadamente duro
Los bajos rendimientos de los instrumentos con riesgo mínimo de inversión obligan a los traders a buscar alternativas de peor calidad. Como consecuencia, el número de especuladores en el mercado crece y, paralelamente, se está preparando el terreno para las próximas burbujas.
También es verdad que no se trata de un proceso rápido. El efecto de la política monetaria ultralaxa puede tardar varios años en manifestarse. ¿Merece la pena entonces volver a los tipos cercanos a cero? A corto plazo sí, pero a largo plazo el sistema financiero tendrá que afrontar las consecuencias negativas.
He de añadir que se trata sólo de una amenaza económica, sino también de un coste social y político. Los mercados no son los únicos que sufren las crisis. La población en general también suele perder parte de sus ahorros y, en algunos casos, incluso el techo que les cobija, como ocurrió en 2008.
***Igor Kuchma es analista de Trading View.