“Hell and fire was spawned to be released” Steve Harris.
La decisión del Banco Central Europeo de subir los tipos cincuenta puntos básicos es la adecuada, pero no se le puede pedir a la autoridad monetaria soplar y sorber a la vez. En el momento en el que Christine Lagarde anunció que iba a dar liquidez ilimitada al sector financiero se desplomaron las expectativas de tipos de interés y con ello el Euríbor.
¿El BCE sube tipos y baja el Euríbor? ¿Qué significa eso? El mercado no se cree que el banco central va a seguir subiendo tipos y desde luego no confía en que sea real su afirmación de compromiso en la lucha contra la inflación. Es normal, porque si se anuncia una subida de tipos y a la vez liquidez ilimitada se asume que el exceso monetario va a aumentar.
Y, sin embargo, esa estimación puede ser un enorme error. No es lo mismo una facilidad o préstamo para garantizar liquidez que un programa de recompras de bonos. El primero raramente genera expansión de múltiplos –ya lo sabemos por los TLTROs- mientras que el segundo genera mayores burbujas en activos de riesgo y, cuando los estados multiplican sus desequilibrios, más inflación.
La Reserva Federal ha deshecho en una semana su proceso de normalización y reducción de balance. El balance del banco central norteamericano se ha disparado en 440.000 millones de dólares en una semana liderado por 318.000 millones de dólares de préstamos de emergencia. Con ello se ha eliminado completamente el efecto de la contracción cuantitativa (QT), pero no es exactamente igual que una expansión monetaria porque se va directamente a mantener zombificados a algunos bancos.
No es lo mismo una facilidad o préstamo para garantizar liquidez que un programa de recompras de bonos
Es curioso que se nos intente decir que se pone en riesgo la estabilidad financiera por las subidas de tipos. Esas mismas personas no dijeron una sola palabra cuando se disparó la masa monetaria y el gasto público deficitario y se implementó la aberración económica más peligrosa de todas, los tipos negativos.
Lo que ha creado inestabilidad financiera es el exceso previo, no subir los tipos a un nivel en que todavía son negativos en términos reales ya que la inflación es mucho más alta.
Lo que ha debilitado a la banca son los tipos negativos, no la subida.
Los tipos negativos han forzado a que presten e inviertan con rentabilidades sobre activos tangibles inferiores a su coste de capital y además han convertido al activo aparentemente más estable y seguro, la renta fija soberana, en una burbuja que ha creado mayor volatilidad e inestabilidad ya en 2022.
Los tipos de interés negativos son la destrucción del dinero y un masivo incentivo al endeudamiento improductivo. Y de esos barros vienen estos lodos.
Lo que ha debilitado a la banca son los tipos negativos, no la subida.
En 2020 se multiplicó la cantidad de dinero varias veces por encima de lo que llamamos el “bazooka de Draghi” y ahora estamos pagando las consecuencias.
Lagarde y De Guindos tienen razón. El BCE sabe que la inflación es un factor monetario, por eso sesenta bancos centrales de todo el mundo están subiendo tipos.
Y las subidas de tipos han funcionado. Desde que se empezaron a subir tipos, las materias primas se han dado la vuelta en los mercados internacionales. A pesar de que la guerra de Ucrania continúa, del aumento de demanda global y la reapertura de China, gran consumidor de materias primas, y del recorte de producción de Rusia, los precios de todas las materias primas se sitúan por debajo de los niveles pre-invasión. ¿Por qué? Porque cuesta mucho más almacenar, transportar y tomar posiciones o refinanciarlas. Esto ha sido gracias a las subidas de tipos. Powell y Lagarde 1 – Putin 0.
El problema llega cuando se anuncia liquidez ilimitada. ¿Cómo puede ser ilimitada? Imprimiendo masivamente dinero.
Lo que hace que el sistema financiero sea sólido es que el coste del dinero sea adecuado, no artificialmente bajo. Al manipular el precio del dinero con tipos artificialmente bajos se nubla la percepción de riesgo, se incentiva masivamente la deuda y se crea la burbuja que está explotando desde octubre de 2021.
Cuando no solo explota la burbuja en activos d alto riesgo sino que se ha creado una mayor en bonos soberanos, el problema se multiplica. En 2019 muchos parecían muy contentos de ver 19 billones de dólares en bonos con rentabilidad –cupón- negativo. En 2022, cuando pinchó esa burbuja, se destruyó masivamente capital y el colchón de seguridad que muchos bancos mantenían en sus activos. Caía el valor de los activos arriesgados, préstamos, inversiones etc… y se desplomaba el valor de los bonos soberanos.
Lagarde tiene razón al subir tipos pero será criticada por ello, mientras que los mismos que alentaron el exceso de riesgo monetario en 2020 estarán felices al leer que se va a acudir a inyecciones “ilimitadas”.
El BCE, sin embargo, está siendo prudente y es mucho más responsable. Sabe que no va a dar liquidez ilimitada y que hay mecanismos suficientes ya en marcha. Y sabe que hay que seguir subiendo tipos para reducir la cantidad de dinero en el sistema.
Los que quieren garantizar la solidez de la banca deberían rechazar de plano los tipos negativos. Si queremos un sistema financiero sólido, debemos defender un sistema monetario prudente que no disfrace riesgo con tipos negativos y exceso de aumento de cantidad de dinero.
Los bancos no han sido debilitados por la subida de tipos, lo que ha dejado a los bancos al borde del colapso son los tipos artificialmente bajos y la burbuja de bonos soberanos.
Si les preocupan las burbujas y los excesos financieros, no los incentiven.