Explicar cuál es la situación actual del sector bancario es relativamente fácil. Imaginen un incendio en el bosque. Puede ocurrir que se controle rápidamente. Eso ocurre si llegan a tiempo los efectivos, el foco del incendio es accesible y no hace mucho viento. En caso contrario, el incendio pasa a estar descontrolado.
Por el momento, el incendio bancario está controlado. Pero para saber si puede reavivarse hay que entender cómo se originó el incendio y cuál es el entorno en el que nos encontramos tras ese incendio.
Afortunadamente, cuando se produjo el incendio el foco era accesible. Se trataba de una serie de empresas de pequeño tamaño, adscritas a un sector muy concreto. Tenían problemas y reclamaban su dinero al banco. Por su parte el banco había concentrado excesivamente los riesgos en esas mismas empresas, sus fundadores, sus financiadores y sus empleados. Eso era el Silicon Valley Bank y, por lo tanto, un foco muy concreto. Había otros focos, pero también muy localizados. Lo cual no significa que el incendio no fuera peligroso. Todos los son.
Para saber si el incendio bancario puede reavivarse hay que entender cómo se originó y cuál es el entorno en el que nos encontramos
De entrada, porque todos los incendios tienden a expandirse. Los bancarios también. Afortunadamente en esta ocasión fue solo a nivel bursátil y, sobre todo, hacia bancos pequeños y medianos que pudieran sufrir una situación similar. Digamos, por seguir con nuestra metáfora, que no hacía demasiado viento.
En Europa pasó lo mismo. El incendio se declaró en la zona donde el bosque estaba seco y lleno de rastrojos, es decir, el banco Credit Suisse y el Deutsche Bank. Pero afortunadamente este último es el ejemplo máximo de banco sistémico y el mercado sabía que siempre sería rescatado. Y el suizo era un caso muy concreto. De nuevo, foco reducido. Y menos viento incluso que en Estados Unidos, porque en Europa los bancos tienen un férreo control sobre donde llevan el dinero sus clientes.
En Europa los bancos tienen un férreo control sobre donde llevan el dinero sus clientes
Para responder a la cuestión de si el incendio bancario podría reavivarse hay que volver a los orígenes del incendio y al entorno en el que se han producido. Y centrarnos en Estados Unidos, que es donde se origina.
En el bosque se producen incendios cuando hace calor, se extienden cuando hace viento y tienden a empeorar cuando, como ocurre actualmente en España, las Administraciones públicas no se preocupan de mantener limpios los bosques, hacer cortafuegos o castigar con penas severas a los que provocan incendios.
¿Cuál sería el equivalente en el sector bancario? Empecemos por el combustible. En este caso serían las empresas que cada vez venden menos o se seca su financiación y vacían sus depósitos bancarios para hacer frente a nóminas u otras obligaciones.
La crisis del SVB se produjo porque sus clientes necesitaban dinero y lo necesitaban rápido.
El paso siguiente es que el banco necesita vender activos para hacer frente a esa demanda de dinero y se encuentra con que, como consecuencia de la subida de los tipos de interés, sus bonos valen mucho menos de lo que figuraba en balance. Al vender se afloran grandes pérdidas. En el balance había muchos rastrojos de esos que se queman rápido.
¿Que otra cosa ha ocurrido en el SVB y otros casos similares? Pues que se habían descuidado los cortafuegos y el cuidado del monte. No ha sido que no hubiera regulación, es que no se ha aplicado. Se verá en las investigaciones posteriores, pero cualquiera que conozca el mundo de la regulación bancaria sabe que ni en Estados Unidos ni en las en general en las híper reguladas economías avanzadas, se permite tener tal concentración de riesgos como la que tenían estas entidades. Que se aplique de verdad la regulación ya sería un paso adelante en la prevención de futuros incendios. Pero ya verán como no se castiga con penas severas a los incendiarios.
Pero el problema del sector bancario no ha sido solo este. Si fuera así, el contagio hacia otros bancos habría sido mucho menor. Lo que ocurre es que otros bancos pueden no tener por el momento el problema de que sus empresas necesiten dinero porque no aguanten el ritmo de subidas de tipos que está aplicando la Reserva Federal, pero tienen el problema de que se les va a dinero hacia letras del tesoro y fondos monetarios.
Ni en Estados Unidos ni en las en general en las híper reguladas economías avanzadas, se permite tener tal concentración de riesgos como la que tenían estas entidades
Más de un billón de dólares han salido de los bancos pequeños y medianos estadounidenses este año. Billón europeo, que sería un trillón en términos anglosajones. Eso sería el equivalente a que hace mucho viento.
De hecho, seguirá escapándose, puesto que una letra del tesoro estadounidense a tres meses -y por lo tanto su equivalente en fondos, que sería un fondo monetario- está dando un interés anual del 5%, frente a remuneraciones de los depósitos, tres y cuatro veces menores.
El tesoro de Estados Unidos, con ayuda de la Reserva Federal, se está convirtiendo en un competidor imbatible para los bancos
En otras palabras, el tesoro de Estados Unidos, con ayuda de la Reserva Federal, se está convirtiendo en un competidor imbatible para los bancos. Y si encima esas subidas de tipos hacen perder valor a los bonos en los que los bancos tienen el dinero de sus reservas, el problema es mucho mayor.
El resumen es evidente. La subida de tipos de interés es la seguía y, mientras no se detenga, se mantendrá alto el riesgo de incendio bancario, porque: a) se mantendrá alta la probabilidad de que las pequeñas y medianas empresas tengan problemas de liquidez b) se mantendrán las minusvalías en los balances de los bancos como consecuencia de la subida de tipos y c) lenta, pero inexorablemente, seguirá saliendo dinero de los bancos hacia letras del tesoro y fondos monetarios.
El mercado lo sabe y, por eso, si bien las cotizaciones de los bancos grandes se han recuperado en gran medida de la crisis, las de los bancos pequeños y regionales no. Todo va a depender de si la Fed es consciente o no de que sigue alto el riesgo de incendio, lo cual se irá sabiendo pronto, en función de sus declaraciones y sus decisiones.
***Víctor Alvargonzález es socio fundador de la empresa de asesoramiento financiero independiente Nextep Finance.