Vacantes laborales en España y desempleo: un desajuste que urge abordar
La adopción progresiva de la digitalización y del uso de tecnologías avanzadas, junto con las profundas transformaciones sociales y económicas, han originado un cambio relevante en el mercado laboral. Este se ha convertido en un entorno más diversificado, globalizado y especializado, que está provocando el declive de algunas ocupaciones y generando la necesidad de otras. Estos cambios afectan directamente a los jóvenes y a las personas empleadas y desempleadas, pues se necesitan profesionales flexibles ante la incertidumbre y demandas actuales, capaces de aprender y desaprender rápidamente y preparados para la toma ágil de decisiones con información incompleta.
El informe Medidas para afrontar la escasez de mano de obra: lecciones para la política futura de Eurofound refleja que se está produciendo un incremento de la escasez de trabajadores en la UE, llegando a alcanzar el máximo de la tasa media de vacantes situada en el 3%. Un hecho preocupante es que España es el país que registra un mayor desajuste en la UE-27 e indica que el problema principal no es solo el número de vacantes, sino la falta de ajuste entre la mano de obra disponible y las necesidades de las empresas, lo cual supone un perjuicio al limitar su producción y su oferta de servicios.
El reciente informe de CEPYME (Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa) El reto de las vacantes en España pone de manifiesto que tras este desacople entre oferta y demanda de empleo se encuentran causas demográficas, cambios culturales y sociales y razones educativas. Entre ellas señala la despoblación en algunas zonas de España, la escasa intermediación de los Servicios Públicos de Empleo (SEPE), la necesidad de más perfiles técnicos y tecnológicos y una población poco habituada a la formación continua.
Señala que según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) hay registradas 150.000 vacantes laborales, cifra que puede ser significativamente mayor por la dificultad de poder obtener medidas fiables entre las pequeñas y medianas empresas debido a los recursos limitados de los que disponen para que puedan dedicarse a la búsqueda de trabajadores. Esto está condicionando su actividad, su expansión y su adaptación a las necesidades actuales.
La Fundación CYD (Conocimiento y Desarrollo) en su publicación La empleabilidad de los jóvenes en España: ¿Cómo es la inserción de los graduados universitarios? hace una radiografía de su situación en su primera etapa laboral y estudia la evolución en la oferta y demanda de estudios universitarios. Analizando la variación en las plazas demandadas y ofertadas durante el periodo comprendido entre las cohortes de 2015-2016 y de 2022-2023 destaca Matemáticas y Estadística que presenta el mayor aumento porcentual en la demanda de plazas alcanzando casi el 175% en ese periodo con un 29% de incremento de estas.
La necesidad de más perfiles técnicos y tecnológicos y una población poco habituada a la formación continua
Le siguen Enfermería, Medicina e Informática, cuya demanda de plazas crece significativamente más que la oferta. El ámbito de informática es el que muestra una mayor inserción laboral y desciende el número de graduados en ingeniería, industria y construcción a pesar de tener una alta empleabilidad. Además, algunos grados universitarios se han visto cuestionados por la distancia existente entre su diseño curricular y las necesidades del mercado, lo que supone nuevos retos para la educación superior, con el fin de mejorar no solo la empleabilidad de los estudiantes sino también el encaje de sus puestos de trabajo a su nivel de formación.
Para abordar este desajuste deben reforzarse los vínculos entre las instituciones formativas y las empresas con el fin de incrementar el contenido aplicado de los programas, fomentar la formación continua de los trabajadores, proporcionar una mejor planificación de la oferta y poder orientar a los jóvenes para que conozcan mejor la demanda del mercado y puedan decidir lo que más se alinea con sus preferencias. Asimismo, resulta también clave facilitar el desarrollo de competencias permitiendo flexibilizar el contenido de los programas y adaptándolos a la nueva realidad profesional con el fin de converger ágilmente hacia este nuevo entorno para los trabajos no solo del futuro, sino ya del presente.
*** Pilar Barrios es socia de Afi Escuela.