El distinto tratamiento que el Gobierno Sánchez ha dado a los impuestos especiales de la banca y las eléctricas es digno de analizarse.

Los dos impuestos se mantienen. Pero mientras en el de la banca se anuncia estudiar su permanencia más allá de 2024, en las eléctricas se matiza con una reducción de impuestos en función de las inversiones industriales en energías renovables.

Los medios anuncian que la negociación con las eléctricas se realizó mediada por el PNV. No es nada extraño, Iberdrola tiene la sede social en la plaza Euskadi 6, Torre Iberdrola (48009) Bilbao. En consecuencia, debe tributar en el territorio foral de Vizcaya, de acuerdo con la regulación del conocido “cupo fiscal”. Su contribución a las arcas públicas y privadas vascas no es pequeña.

Por eso, a pesar de la oposición de la vicepresidenta Yolanda Díaz, líder de Sumar, el tratamiento de este sector ha sido diferente al bancario. Los votos de los jeltzales del PNV son necesarios para la estabilidad del Gobierno Sánchez, dado que la cesión de la alcaldía de Pamplona a Bildu garantiza, de momento, el apoyo de los abertzales en el Congreso.

El presidente de Iberdrola, el Sr. Galán, coincide con el de Repsol, el Sr. Brufau en la defensa de los intereses del sector. Contando, además, con que el consejero delegado de la petrolera es Josu Jon Imaz desde 2014. Josu fue Consejero de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno vasco y presidente ejecutivo de EAJ-PNV. Las conexiones vascas de ambas empresas son evidentes.

Los votos de los jeltzales del PNV son necesarios para la estabilidad del Gobierno Sánchez

Por otra parte, en la negociación del Gobierno con el PNV se han traspasado los impuestos “temporales” sobre las eléctricas al País Vasco y Navarra. De manera que el Gobierno vasco PNV-PSE recibirá los ingresos de Iberdrola y Petronor (filial de Repsol, con sede social en Vizcaya). 

¿Por qué el BBVA que también tiene sede social en Bilbao no ha conseguido un tratamiento similar? Puede haber varias respuestas.

La primera es que Sánchez tiene que contentar a Sumar. Para Yolanda Díaz dulcificar también el tratamiento del impuesto especial a la banca podría haber sido demasiado. Sus díscolos podemitas, situados en el grupo mixto del congreso, hubieran tenido más razones para justificar su escisión. 

Por otra parte, el peso del BBVA respecto en el sector bancario es mucho menor que el de Iberdrola o Petronor en el energético. Menos aún si se suma Repsol a estos dos. El negocio del Gobierno vasco sería mucho menor. 

Pero no es sólo un tema de dimensiones económicas. El liderazgo personal de Galán o Brufau en el sector energético es mucho mayor que el de Carlos Torres en el sector bancario. Sin contar que las relaciones personales e institucionales con el PNV de unos y otros son diferentes. Relaciones personales que siempre cuentan.

 El liderazgo personal de Galán o Brufau en el sector energético es mucho mayor que el de Carlos Torres en el sector bancario

Además, el sector eléctrico ha ofrecido a cambio de esa dulcificación del impuesto inversiones industriales en energías renovables. Unas energías renovables que siendo muy útiles para la economía española van en la dirección de una de las líneas prioritarias de la “propaganda política de gobierno” y sus acuerdos con Bruselas. A la vez que ya Repsol “sacó la patita” con la amenaza velada de reducir las inversiones en España si no había compensación y estabilidad fiscal según Josu Imaz.

Mientras, la banca no ha sabido o no ha querido encontrar su oferta diferencial, ni ha encontrado los apoyos necesarios en el Congreso para negociar, ni ha tenida nada con la que anunciar represalias. Todo en un momento en el que sus cuentas con los intereses básicos más altos de los últimos años auguran buenos beneficios. 

La lección de este juego de ajedrez de intereses es qué dadas las perspectivas de duración de la actual legislatura en su actual composición parlamentaria, la estrategia de publics affaires (denominación moderna del lobby de toda la vida) es más compleja que otras veces ¿o no tanto? 

 ** J. R. Pin Arboledas es profesor del IESE.