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La tribuna

La derecha resurge en Europa tras el 9-J

11 junio, 2024 02:21

Las elecciones al Parlamento Europeo de 2024 han dejado un panorama político agitado, con un notable resurgimiento de la derecha tanto en España como en el resto del continente. Este cambio refleja una serie de transformaciones profundas en el electorado, y es fundamental entender las causas y consecuencias de este viraje hacia posiciones más conservadoras.

En España un cambio de viento político es evidente. El triunfo del Partido Popular (PP) en España, con un 34,2% de los votos y 22 eurodiputados, ha dejado claro que el terreno político español está en plena reconfiguración. La desaparición de Ciudadanos (Cs) del mapa político europeo no solo significa una transferencia de votos, sino una consolidación de la derecha en torno al PP. Este partido ha sabido absorber el electorado centrista que antes apoyaba a Cs, creando una fuerza política más homogénea y poderosa.

Por su parte, el Partido Socialista (PSOE), aunque ha logrado mantener sus 20 eurodiputados, ha visto cómo el PP se le adelanta con una diferencia significativa. Esta distancia, en un sistema de circunscripción única, podría tener efectos profundos en la representación y en la capacidad de gobernar de los socialistas. La izquierda, fragmentada y debilitada, enfrenta un panorama sombrío con Sumar y Podemos apenas alcanzando el 8% del electorado. La pregunta es obligada: ¿estamos ante el inicio de una lucha interna que podría fracturar aún más a la izquierda española?

Por otro lado, Vox ha duplicado su representación, pasando de 3 a 6 eurodiputados. Esto no solo fortalece al ala más dura de la derecha, sino que también refleja un descontento creciente con las políticas más moderadas y progresistas. Y la gran sorpresa: Se Acabó la Fiesta (S.A.L.F.), liderado por Alvise Pérez, irrumpe con 3 eurodiputados, mostrando que hay un espacio considerable para nuevas formaciones que desafían el statu quo.

Las elecciones europeas también nos ofrecen otras lecturas interesantes como el impacto en la política catalana. Las fuerzas independentistas en Cataluña han recibido un duro golpe, viendo cómo su apoyo se reduce drásticamente. Este descenso podría debilitar sus demandas y disminuir su influencia sobre el gobierno central. Sin embargo, el surgimiento de nuevas formaciones como S.A.L.F. indica que el descontento sigue vivo y que los votantes buscan alternativas frescas y disruptivas.

El surgimiento de nuevas formaciones como S.A.L.F. indica que el descontento sigue vivo y que los votantes buscan alternativas frescas y disruptivas

La gobernabilidad de España, en este contexto, se torna compleja. El PP y Vox podrían formar un bloque fuerte, pero las negociaciones serán esenciales para mantener la estabilidad. El PSOE, aunque ha mantenido su base, deberá navegar con cuidado en un parlamento cada vez más polarizado.

Este 9-J también deja muestras del movimiento político a nivel europeo, donde se evidencia un giro hacia la derecha en varios países clave. En Alemania, la CDU se consolida mientras que la AFD, con su retórica euroescéptica, se posiciona como la segunda fuerza. Por su parte, Francia, con el Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen a la cabeza, muestra un electorado cada vez más inclinado hacia políticas nacionalistas y de seguridad.

Finalmente, destaca Italia, que sigue la misma tendencia con Fratelli d'Italia liderando el cambio hacia una derecha más firme y conservadora. Este patrón no es aislado; es un reflejo de un continente que está revaluando sus prioridades y sus políticas en respuesta a desafíos económicos, sociales y migratorios.

El PSOE, aunque ha mantenido su base, deberá navegar con cuidado en un parlamento cada vez más polarizado

Con los resultados en la mano, se abren ahora varios escenarios potenciales en el Parlamento Europeo debido, principalmente, al aumento de la fragmentación y polarización lo que podría complicar la formación de coaliciones estables. Los partidos de derecha y euroescépticos presionarán por reformas más estrictas en políticas migratorias y de seguridad, desafiando la integración europea y promoviendo una mayor soberanía nacional.

En términos de política económica, podríamos ver una inclinación hacia el libre mercado y la desregulación, alejándose de las políticas sociales y de bienestar defendidas por la izquierda y el centro. Además, es probable que se revisen acuerdos internacionales y comerciales, con una postura más crítica hacia nuevas alianzas.

La reflexión final es que las elecciones europeas de 2024 no sólo reflejan un cambio en las preferencias electorales, sino una transformación potencial en las políticas y el equilibrio de poder dentro de la Unión Europea. La consolidación de la derecha presenta tanto desafíos como oportunidades para los gobiernos nacionales y las instituciones europeas. Este nuevo panorama político requerirá adaptabilidad y una capacidad renovada para negociar y colaborar en un contexto cada vez más complejo y diverso.

Estamos en un momento crucial. La política española y europea están en plena metamorfosis, y lo que ocurra en los próximos años definirá el rumbo de nuestras sociedades. La clave estará en cómo los líderes políticos manejen estos cambios y en qué medida logren mantener la cohesión y la estabilidad en tiempos de incertidumbre. ¿Estamos preparados para los desafíos que vienen? Solo el tiempo lo dirá.

**María Muñoz es directora de Asuntos Públicos en Kreab.

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