“El camino hacia la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: trabajo y ahorro” (Benjamin Franklin).

La clasificación de los países en ricos y pobres puede ser difícil. Medidas como el PIB se ven afectadas por el tamaño de la población (más habitantes suele significar más producción). Pero ajustar sólo por la población no es suficiente. Los ingresos por persona no tienen en cuenta las diferencias de precios entre países. Tampoco tienen en cuenta la productividad (producción total por hora trabajada).

Para obtener una visión más completa, The Economist clasifica a los países según tres parámetros: ingresos en dólares per cápita, ingresos ajustados a los precios locales (paridad de poder adquisitivo o PPA) e ingresos por hora trabajada. El círculo más grueso a la derecha en cada parámetro es Estados Unidos:

Veamos cómo figura España (somos más ricos de lo que pensamos si tenemos en cuenta nuestro nivel de precios y las horas que trabajamos):

Centrémonos primero en Estados Unidos. Su PIB ha sido el mayor a tipos de cambio de mercado durante más de un siglo, pero por ingresos per cápita cae al sexto lugar, detrás de Luxemburgo (primero) y Suiza (segundo). Si se ajustan los precios más altos de Estados Unidos, el país baja al noveno lugar. Y si se tienen en cuenta sus largas jornadas laborales y sus vacaciones limitadas, al décimo.

Los resultados para China (la segunda economía más grande del mundo en términos nominales) son aún más duros: cae al 69.º lugar por PIB per cápita, al 75.º a precios locales y al 97.º después de tener en cuenta las horas trabajadas. Singapur y Brunei presentan algunas de las mayores diferencias entre cada medida, y Macao, una región administrativa especial de China, tuvo el mayor aumento del PIB per cápita en comparación con el año pasado.

La verdadera nación más rica del mundo es Noruega. Y eso que este análisis no tiene en cuenta su fondo soberano, que es el más grande del mundo con diferencia y supone el 1% de la bolsa mundial:

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Cambiando ligeramente de tercio, según el Informe sobre la riqueza mundial 2024 elaborado por Boston Consulting Group, la riqueza neta mundial se recuperó significativamente en 2023, creciendo un 4,3% después de un difícil 2022.

Gran parte del crecimiento se debió a un repunte en los mercados financieros, acompañado de un aumento en el volumen de activos bajo gestión (AuM). La riqueza financiera, un subconjunto de la riqueza mundial, aumentó casi un 7%, tras una disminución del 4% en 2022. Las ganancias fueron especialmente fuertes en América del Norte y Europa occidental, mientras que el crecimiento en China se mantuvo más moderado:

La consultora espera ver un retorno a los promedios históricos de rentabilidad en los próximos años, liderados por el impulso positivo de las acciones junto con la disminución de la inflación y la estabilización de los tipos de interés. En estas condiciones, prevén que la riqueza neta crecerá a una tasa anual media del 6% hasta 2028.

¿En qué países “bookean” más los grandes patrimonios? La riqueza transfronteriza creció un 5,1% en 2023, hasta los 13 billones de dólares, un aumento de 1 punto porcentual respecto al año anterior. La dinámica de crecimiento más notable surgió en los Emiratos Árabes. Actualmente, este país es el séptimo centro más grande del mundo y va camino de superar a las Islas del Canal y a la Isla de Man como el sexto más grande en 2028.

América del Norte también mostró un crecimiento sólido, especialmente en contraste con Asia-Pacífico, donde el ascenso previsto de Hong Kong para convertirse en el principal centro financiero mundial se vio estancado por una desaceleración temporal pero significativa de la afluencia desde China continental. Singapur ahora parece estar en condiciones de desafiar el ascenso de Hong Kong a largo plazo.

Suiza sigue siendo el mayor centro de “bookeo” del mundo, con un crecimiento acorde con su media histórica del 4,8% y la mayor fuente de riqueza en términos absolutos. Los flujos de riqueza procedentes de Europa occidental y Oriente Medio fueron las principales fuentes del crecimiento de Suiza en 2023. A pesar de las preocupaciones temporales por las sanciones y la congelación de activos, así como por una gran fusión bancaria, el país sigue siendo un bastión de riqueza transfronteriza, basado en su neutralidad, economía estable, baja inflación e infraestructura financiera desarrollada:

Me despido esta semana reconociendo que soy una persona de regalos caros: me encanta cuando me regalan tiempo. Y no lo olvides: no trates de parecer rico, intenta hacerte rico.