El acceso a los servicios fundamentales como sanidad y educación es condición necesaria para garantizar el bienestar, al igual que lo es el acceso a los servicios financieros.

La inclusión financiera es mayor si se dispone de puntos de acceso presencial a este tipo de servicios, lo que abarca distintas modalidades como las oficinas bancarias, cajeros automáticos, agentes financieros, ofibuses, agentes financieros, cashback (acceso al efectivo a través de los comercios) u oficinas de Correos en España.

También la banca online contribuye a la inclusión financiera y permite disfrutar de los servicios financieros en lugares en los que no hay puntos de acceso presenciales a esos servicios.

Las patronales del sector y el Ministerio de Economía son conscientes de la importancia de la inclusión financiera y trazaron en 2022 de forma conjunta una hoja de ruta para mejorarla, con un conjunto de actuaciones para cubrir a los 8.132 municipios que hay en España.

El objetivo es que en todos los municipios haya al menos un punto de acceso presencial al efectivo, proponiendo soluciones diferenciadas para los municipios de menos y más de 500 habitantes.

La inclusión financiera es mayor si se dispone de puntos de acceso presencial a este tipo de servicios

Para monitorizar el grado de cumplimiento de la hoja de ruta, se ha creado un Observatorio de la inclusión financiera, alimentado hasta ahora con tres informes anuales (el último referido a 2023) y cinco trimestrales (el último con dato a junio de 2024), centrados estos últimos en los municipios de más de 500 habitantes.

En esos informes se analiza la evolución de la accesibilidad a los servicios financieros, recopilando la información de todo tipo de punto de acceso presencial, entidad a entidad y municipio a municipio, con objeto de tener un mapa completo de la inclusión financiera en España, a partir del cual evaluar los logros conseguidos y diseñar las nuevas medidas a adoptar.

Con los resultados de esos informes en la mano, se puede afirmar que la accesibilidad a los servicios bancarios en España es buena, ya que tiene una de las redes más densas de oficinas y cajeros automáticos de toda la UE-27. En concreto, tenemos 1,41 puntos de acceso por cada 1.000 habitantes, frente a 0,96 de media en la UE-27. El dato de España es un 44% superior al de la UE-27 y un 22% mayor al de la eurozona (1,16).

Además de oficinas bancarias y cajeros, se puede acceder de forma presencial a los servicios bancarios por las otras vías ya mencionadas. Si las sumamos todas, a finales de 2023 había 82.993 puntos de acceso (de los que 52.311 son oficinas y cajeros), lo que supone 1,73 por cada 1.000 habitantes.

La accesibilidad a los servicios bancarios en España es buena, ya que tiene una de las redes más densas de oficinas y cajeros automáticos  de la UE

Las medidas contempladas en la hoja de ruta ya han dado sus frutos, de forma que se ha reducido el porcentaje de la población que reside en municipios sin ningún punto de acceso.

En 2023 ha vuelto a caer ese porcentaje hasta el 0,9%, lo que implica que el 99,1% de la población española tiene al menos un punto de acceso presencial a los servicios financieros en el municipio en el que reside.

No obstante, ese promedio del 0,9% enmascara importantes diferencias entre provincias, con un máximo que llega al 21,8% en Zamora pero que es 0% en varias provincias.

Es la España “vaciada” la que presenta los mayores porcentajes de población con problemas de accesibilidad a los servicios bancarios.

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Es cierto que desde 2008 la red de oficinas bancarias en España se ha reducido con intensidad (un 61%) para hacer frente al desequilibrio que existía y que había que corregir para ganar eficiencia. Pero ese impacto negativo que tiene sobre la accesibilidad financiera se ha compensado habilitando otras formas presenciales de acceder a los servicios bancarios.

Así, si el 3,3% de la población española reside en municipios en donde no hay oficinas bancarias, el porcentaje cae al 0,9% cuando contemplamos el resto de modalidades de puntos de acceso. Según los datos del último de los informes publicados, esas otras vías de acceso benefician a 1.120.374 de habitantes que disfrutan de al menos al acceso al efectivo residiendo en un municipio que no tiene una oficina bancaria.

La hoja de ruta sigue vive y seguirá avanzando en los próximos meses para que se cumpla su objetivo. De momento, la previsión es que se alcance a final de 2024 en el caso concreto de los municipios de más de 500 habitantes, de forma que en todos ellos haya un punto de acceso a los servicios bancarios. En el resto de menor tamaño, los carteros rurales van a ser clave, ya que permiten que el efectivo llegue a todos los rincones de España.

Una última reflexión que no conviene olvidar es que además del acceso presencial a los servicios bancarios, los ciudadanos disponen y cada vez utilizan más la banca online, que impulsa sin duda la inclusión financiera. Los datos de uso de este tipo de banca muestran que se utiliza con más intensidad en España que en la UE-27: el 71,5% de la población de 16 a 74 años, 7,6 puntos más que la media europea. Estoy convencido que ese porcentaje seguirá aumentando, mejorando aún más la inclusión financiera.

*** Joaquín Maudos. Catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia, Director Adjunto del Ivie y Colaborador del CUNEF