“Por muy alta que sea una montaña, siempre hay un camino hacia la cima” (Anónimo).
Hace unas semanas, destaqué en mi columna EEUU innova, China copia y Europa regula la tremenda diferencia en productividad existente entre la primera potencia mundial y el Viejo Continente.
En la columna de hoy, profundizaré en dos aspectos basándome en diversos informes de McKinsey: dónde puede Estados Unidos mejorar todavía y cómo puede Europa avanzar de una vez.
Empecemos por EEUU. Las micro, pequeñas y medianas empresas son la piedra angular de la economía estadounidense. Emplean a casi seis de cada diez trabajadores y producen casi el 40% del valor añadido a nivel nacional:
Las compañías que fueron pymes en algún momento desde el año 2000 ahora representan el 17% de las firmas que cotizan en bolsa valoradas en 10.000 millones de dólares o más a partir de 2023. Las pequeñas empresas de tecnología han logrado los mayores avances: casi una cuarta parte de las grandes empresas de este sector que cotizan en bolsa fueron pymes en los últimos 25 años, entre ellas Meta y Zoom.
Muchas de las grandes compañías manufactureras de la actualidad también comenzaron como pequeñas fábricas. Monster Beverage y Tesla son ejemplos recientes. La innovación ha sido un factor importante en las empresas de rápido crecimiento. Las pequeñas empresas del sector tecnológico han producido más patentes por empleado que sus competidores más grandes:
Las pymes norteamericanas son sólo la mitad de productivas que las grandes empresas, en comparación con el 60% en otras economías avanzadas:
Reducir la brecha de productividad, que equivale al 5,4% del PIB estadounidense, es particularmente vital en una era de transformación de la producción mundial. Esto ocurrirá y es un aspecto más a favor de la inversión en bolsa en pequeñas y medianas compañías, que ya han comenzado a despegar:
Pasemos ahora a Europa: aprovechar al máximo el potencial de la IA podría impulsar la productividad laboral europea hasta un 3% anual hasta 2030.
Para evaluar la competitividad de nuestro continente en la IA generativa, se necesita un enfoque de tres dimensiones (adopción, creación y energía). Si bien gran parte del discurso actual se centra en los modelos de lenguaje de gran tamaño (LLM), los políticos y líderes empresariales deben mirar más allá. La adopción de un enfoque holístico es vital:
En cuanto a su adopción, las organizaciones europeas están entre un 45% y un 70% por detrás de sus homólogas estadounidenses. Sin embargo, es ahí donde reside la mayor parte del potencial económico de la IA de última generación. Como la tecnología se encuentra en sus primeras etapas y gran parte de sus mejoras de productividad aún no se han desvelado, la ventana de oportunidad para Europa sigue abierta de par en par.
Europa lidera sólo en uno de los ocho segmentos de la cadena de valor de IA general: equipos de semiconductores. Europa es un rival en otros tres segmentos: modelos básicos, aplicaciones de IA y servicios de IA. Pero tiene una participación de mercado inferior al 5% en los cuatro restantes: materias primas, diseño de semiconductores, fabricación de semiconductores e infraestructura en la nube y supercomputadoras.
En materia de energía, se espera que la IA acelere la demanda de energía de los centros de datos, llegando a representar potencialmente más del 5% del consumo total de electricidad de Europa para 2030. Sin precios competitivos de la electricidad, es menos probable que los centros de datos europeos alberguen aplicaciones y servicios de IA de última generación.
Europa ha logrado importantes avances en materia de concienciación sobre la IA y en el establecimiento de compromisos, pero aún persisten importantes obstáculos. Los responsables de las políticas y los líderes empresariales podrían explorar varias palancas, entre ellas: aumentar las inversiones (contratación pública de innovación en aplicaciones de IA para los sectores de salud y defensa), dar un salto en las tecnologías emergentes de semiconductores (como la computación cuántica y neuromórfica) y abordar la retención de talentos:
Debemos esforzarnos con firmeza para evitar que Europa se quede atrás. Recordemos la célebre cita de Rocky Balboa en una de las películas de la saga: “Si tú sabes lo que vales, ve y consigue lo que mereces, pero tendrás que soportar los golpes. Y no puedes estar diciendo que no estás donde querías llegar por culpa de él, de ella, ni de nadie. Eso lo hacen los cobardes y tú no lo eres, tú eres capaz de todo”.