Hay un rincón en Madrid muy desconocido. Otro más, incluso para quien lleva toda la vida en la capital. Se llama, simple y llanamente, La Librería. Y en su interior hay miles de libros con el nombre de nuestra villa en la portada. Es la única librería —y editorial— dedicada única y exclusivamente a libros madrileños.
La Librería nació en 1986, antes que internet, que los teléfonos de bolsillo y de que el naming fuese un paso indispensable para diferenciar a un negocio. Su punto novedoso fue —y es— otro. Su fundador, Miguel Tebar, era un enamorado de la historia de Madrid.
"Quiso montar una librería y, siguiendo los consejos de muchas personas, se especializó. Había muchas librerías generalistas y a él le gustaba mucho la historia de Madrid. Se especializó en temas madrileños", explica Manuel García del Moral, actual gerente de La Librería, que recibe a Madrid Total en las oficinas de la editorial.
Tebar murió en "un trágico accidente de montaña" el pasado 10 de septiembre. Su legado, su obra vital, pervive ahora en este pequeño rincón en el número 80 de la calle Mayor, en pleno centro de la capital.
Aunque La Librería no siempre estuvo aquí. Su primera sede fue la calle Señores de Luzón 8, entre 1986 y 1991. Después pasaría otros seis años en la Calle Santiago 12, hasta, finalmente, aterrizar en la ubicación actual en 1997. "Miguel buscó esa afinidad con el alma de la librería y quiso estar en el cogollo histórico de Madrid", explica García del Moral.
—¿Por qué era importante hacer una librería solo de Madrid?
—Creo que era importante dar a conocer la historia que hay en Madrid, que a veces ni los propios madrileños son conscientes. La gente muchas veces se queda en la superficie. Quien viene a Madrid tres días hace el tour del Bernabéu, va a Fuencarral, al musical de El rey león y al Prado. La gente no es consciente del patrimonio que hay en la ciudad, de los monumentos, de los acontecimientos que se han vivido aquí, de las tabernas centenarias. ¡Hay tantas cosas! En cualquier lugar rascas y salen ruinas. Alguien tenía que darle valor a todo eso.
La editorial
Al poco tiempo de nacer esta peculiar tienda, Miguel Tebar creó también la editorial que sirve para nutrir las estanterías. Todo de Madrid. "A raíz de ese boca a boca, de gente que le pregunta y le sugiere, decidió empezar su aventura no solo como librero, sino como editor".
"A los pocos meses empezó la andadura de la editorial con unos cuadernitos muy sencillos sobre la historia de Madrid. Era una encuadernación muy sencilla, pero fue el germen de este proyecto que se ha desarrollado durante casi cuatro décadas. Ahora tenemos entre 700 y 800 títulos propios. Es un fondo muy nutrido".
"Ha ido evolucionando el tipo de libro que se hacía originalmente en esos comienzos de los años 80 y 90. Eran libros más eruditos, de alta divulgación, con un tono más académico…"
—¿Más sesudos?
—Eso es (risas). Luego vimos que hay un interés por esa historia más amable, más ligera. Intentamos hacer libros accesibles al mayor público posible sin perder el rigor y la esencia de la historia de Madrid.
Así pues, en La Librería se pueden comprar "un 75% de títulos propios y un 25% ajenos, aproximadamente". "Tenemos varios sellos. El barco nodriza es Ediciones La Librería. Todo lo que sea de Madrid tiene cabida ahí. Luego tenemos el sello Temporai, que se centra más en distritos, barrios y fotografías antiguas; El Senderista, para temas de montaña; y la revista Madrid histórico, que la editamos nosotros".
Hijos de la pandemia
En este tiempo, La Librería ha sobrevivido a la crisis financiera e inmobiliaria de 2008, a la revolución digital, a la pandemia de coronavirus y a la crisis (otra más) que le sigue. "Es curioso, varios de los libros que acabamos de editar ahora son hijos de la pandemia", asegura García del Moral.
"Autores que estaban en su casa se pusieron a escribir libros que ahora van a ver la luz. Desde el punto de vista editorial, hemos podido sacar proyectos porque la gente se ha puesto a escribir. Y desde el punto de vista comercial, la librería y la editorial han funcionado. Pudimos mantener a todo el equipo sin prescindir de nadie".
"Dentro de ese periodo que nos tocó vivir, a la gente le dio por leer. La gente estaba encerrada en sus casas y se ponían a hacer ejercicio, a bailar por las tardes o a ver tutoriales en YouTube o a leer".
"Miguel siempre lo decía. Cuando ha habido crisis o algo, el ser una librería especializada es lo que nos ha permitido subsistir. En estos años han caído muchas librerías generalistas, porque hay mucha competencia".
Actualmente La Librería pertenece a los hijos del difunto fundador. La empresa da trabajo a ocho personas: dos maquetadores, una persona de administración, uno que lleva pedidos, la chica de la tienda, la chica del almacén, el comercial y Manuel, el gerente que atiende a este periódico.
La joya de la corona de este negocio editorial se titula Madrid oculto, de los hermanos Marco y Peter Besas. "Marcó un antes y un después", afirma Manuel. El título lleva 12 ediciones y ya tiene tres tomos. También el Atlas ilustrado de la historia de Madrid, de Pedro López, lleva 12 ediciones. La editorial ha traducido varios libros al inglés, y una serie de guías ilustradas en francés, italiano y japonés. Por su ubicación, algún turista suele caer en la tienda.
Ahora La Librería se prepara para la Feria del Libro que se celebra en El Retiro del 26 de mayo al 11 de junio. "Ya hemos pedido el puesto". Sería impensable que la única editorial de Madrid no estuviera en el evento literario más importante del año en la capital. "Funcionamos muy bien. A la gente le gusta", celebra el gerente.