Desde que fraguaron su amistad hace más de cinco décadas, no ha habido año en el que Rosa y Manuel no hayan felicitado la Navidad y el Año Nuevo a su pareja de amigos madrileños, Miguel y Carmen, o viceversa. Podían pasar muchos meses sin verse, incluso años, pero jamás fallarían a esa especie de promesa que los cuatro hicieron cuando se conocieron. Y este último, con todo lo ocurrido, no iba a ser una excepción.
Sin embargo, cuando Rosa y Manuel llamaron a sus amigos, primero, para felicitarles las pascuas, los notaron algo distintos. "Aquí estamos, sin salir de casa", les comentó, algo triste, Miguel. Aún así, no le dieron demasiada importancia. Al fin y al cabo, era lo que todos debían hacer (y soportar) a razón de la Covid-19 y más cuando, por su edad, eran población de riesgo.
Con la segunda llamada, en cambio, empezaron a preocuparse. Ni Miguel ni Carmen contestaban al teléfono. Insistían e insistían, pero el móvil seguía apagado. Al día siguiente, entendieron el porqué. En Navidad, esta pareja, en realidad, estaba haciendo cuarentena porque había dado positivo por coronavirus. Y no podían atender ninguna llamada porque ambos, poco después, habian empeorado y estaban ingresados e intubados en la UCI de un hospital madrileño. Este año, por primera vez, estos cuatro amigos no podrán felicitarse.
Lo que le ha ocurrido a esta pareja madrileña, no obstante, es tan solo uno de los terribles efectos que están por venir a causa de haber celebrado las reuniones de Nochebuena, Nochevieja y Año Nuevo, tal y como alertaron los expertos a mediados del pasado diciembre. Sí, la tercera ola ya ha llegado.
El fin de semana más 'negro'
Basta con observar la actualización de datos de contagios que el Ministerio de Sanidad ha publicado este lunes. Respecto al informe del pasado viernes, la cifra total de personas contagiadas por COVID-19 ha aumentado en 61.422, de las cuales 6.162 corresponden a las registrados en las últimas 24 horas. Se trata del fin de semana más negro de toda la pandemia en cuanto a incidencia acumulada se refiere. La incidencia ha aumentado 85 puntos con respecto al viernes y sube hasta los 435,62, frente a los 350,48 casos por cada 100.000 habitantes de la pasada semana.
En Madrid, la situación es todavía más preocupante. La tasa de incidencia acumulada es de 595,61, la más alta desde el 11 de octubre. Según los últimos datos, en la capital española hay 2.391 pacientes de Covid ingresados en planta y 424 en UCI. Lo que, según los expertos, se traduce en un "ritmo real" de crecimiento de ingresos al de la anterior semana. Sobre todo en las Unidades de Cuidados Intensivos, que han pasado de 300 a 424 casos en apenas 10 días. Y todo ello sin contar que el temporal de nieve filomena ha impedido la atención a los enfermos.
La situación en las UCI madrileñas, como pueden advertir, es crítica. Y aunque todavía quedan unas 250 camas disponibles en estas unidades (y unas 3.000 camas en planta), las UCI del Hospital La Paz, el Hospital Gregorio Marañón y el Hospital Ramón y Cajal están ya prácticamente llenas, según aseguran fuentes sanitarias a este periódico. En esas UCI disponibles se incluyen las de reanimación, coronarias y quirúrgicas, cuyo nivel de recursos técnicos y y humanos no es tan bueno como en las unidades donde están ingresados los pacientes covid.
El 5 de enero
En el Gregorio Marañón, por ejemplo, han pasado de un ingreso en la UCI cada tres días a tres ingresos diarios. "La situación es muy mala. Empezaron a llegar a partir del 5 de enero. En estos últimos días, hemos ingresado a diez pacientes. En lo que llevamos de año, ha habido como un 20% más de ingresos", señala una sanitaria a este periódico.
Este centro hospitalario dispone de dos UCIs, una más antigua y otra estrenada el pasado noviembre. Entre ambas unidades cuentan con un total de 60 camas, de las cuales un 75% están ocupadas por pacientes covid y el 25% restante por pacientes con otras patologías.
Frente a esta situación, según relata la sanitaria, el hospital madrileño está comenzando a cerrar otras unidades del centro sanitario para habilitarlas posteriormente como UCI ante la inminente llegada de más pacientes en estado crítico como consecuencia del incremento de contagios que se han producido durante las fiestas navideñas.
Cataluña
El Hospital Universitario Ramón y Cajal, por su parte, tiene un total de 40 camas ocupadas por pacientes covid en la UCI, distribuidas en tres plantas distintas del hospital, mientras que la Unidad de Cuidados Intensitos del Hospital Gregorio Marañon tiene ocupadas 27 de sus 40 disponibles para críticos por coronavirus.
En Cataluña, la situación de las UCIs también es crítica. Según los últimos datos, el número de pacientes ingresados por covid en esta unidad superó al de ingresados por otras enfermedades, algo que no ocurría desde las semanas álgidas de la segunda ola en el mes de noviembre. Los 417 pacientes covid que están ingresados en estas unidades suponen un incremento del 32% respecto a los 317 que había el 23 de diciembre.