Apenas ha habido disparidad entre el resultado de Madrid ciudad y el de la Comunidad en su conjunto. Si los datos del 4-M se extrapolaran a unos hipotéticos comicios municipales, José Luis Martínez-Almeida se quedaría a un concejal de la mayoría absoluta y no necesitaría a Vox para gobernar. Ciudadanos desaparecería.
Así se desprende de los cálculos realizados por SocioMétrica para este periódico. El corte, al igual que en las autonómicas, es del 5%. Begoña Villacís, siempre según estos datos, obtendría un porcentaje de voto levemente superior al de Edmundo Bal -3,7% frente al 3,57%-, aunque todavía lejos del suelo necesario. Ese voto sería hurtado por Almeida, que pasaría de los 15 a los 28 asientos.
En la izquierda, la tendencia sería la misma: Más Madrid -en este caso liderado por Rita Maestre- estaría por delante de los socialistas de Pepu Hernández. No sólo en número de votos, sino también en escaños: once contra nueve. Podemos, que a día de hoy no tiene representación, lograría cuatro ediles.
La crisis de la izquierda, en el Consistorio, sería mucho más profunda. Más Madrid, con Manuela Carmena en 2019, ganó las elecciones. Esta vez, junto a PSOE y Podemos, sumaría un total de 24 parlamentarios, lejos de los 29 que marcan la mayoría absoluta.
Sin embargo, conviene apuntar que, de aquí a los próximos comicios municipales, la izquierda madrileña experimentará, casi con total seguridad, una reorganización de las fuerzas que la integran. Más Madrid apunta a marca consolidada, pero está por ver el futuro municipal de Podemos y los movimientos vecinales.
Vox, siguiendo estos cálculos, crecería de cuatro a cinco concejales. En 2019, su candidato fue Javier Ortega Smith. Los ayuntamientos, debido a la ley electoral, entrañan una peculiaridad: en la primera votación, se necesita la mayoría absoluta para ser investido; pero a la segunda es elegido, automáticamente, el candidato con más escaños. De ahí que Almeida no requiera el apoyo de la derecha radical. Los de Abascal le harían falta, eso sí, para aprobar los Presupuestos.
Conviene analizar todos estos datos con precaución. Los candidatos no son los mismos, el voto suele variar entre autonómicas y municipales, y faltan dos años para que se produzcan estas elecciones. En el Consistorio, no existe el mecanismo del adelanto electoral. Por tanto, la legislatura llegará a su fin.
No obstante, es interesante comprobar las tendencias y si lo sucedido en Madrid concuerda con lo acaecido en la Comunidad. En este caso, el parecido es atronador. Una contundente victoria de las derechas sobre las izquierdas.
También se dan otras circunstancias similares: el deterioro de la marca Ciudadanos -aunque su candidata, en Madrid, posee uno de los liderazgos más fuertes en la formación-, la supervivencia de Vox pese al fenómeno Ayuso, la crisis de liderazgo en la izquierda tradicional, la consolidación de Más Madrid...
El tiempo irá resolviendo las candidaturas de cada uno de los partidos. De momento, este es el parte de situación: en el PP, está claro que Almeida repetirá como cabeza de cartel. En Ciudadanos, nadie discute a Villacís. Rita Maestre deberá decidir si se postula a las primarias para liderar Más Madrid. El PSOE, descartado Pepu Hernández, deberá buscar una alternativa. Vox tendrá que decidir si Ortega Smith va a seguir compaginando el acta de diputado con la de concejal. ¿Y Podemos? ¿Concurrirá en 2023 a las municipales madrileñas?
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