Madrid recibe la última noche del año con la pandemia desbocada. Este jueves, la comunidad volvía a romper el récord de contagios, al notificar 21.364 nuevos casos, superando los 2.400 puntos de incidencia. Unas cifras que estarán muy por debajo de la realidad sanitaria de la región una vez que no se cuentan oficialmente los test de autodiagnóstico. Además, la Comunidad ha superado el pico de ingresados en planta al que se llegó en la quinta ola, con 1.538 hospitalizados.
Pese a estos números, la capital no ha impuesto restricciones para el fin de año y se prepara para recibir una Nochevieja que recuerda la normalidad prepandemia. Las campanadas vuelven a tener público en la Puerta del Sol, con 7.000 personas de aforo máximo y la mascarilla obligatoria. En la noche del jueves ya se celebraron las tradicionales preuvas. Con un aforo idéntico de 7.000 personas, la afluencia fue cerca de la mitad de lo permitido.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, decidió mantener la tradicional celebración aunque este jueves pedía "responsabilidad" a los madrileños y señalaba que él "no iría" a la Puerta del Sol y que se quedaría "tranquilamente" con su familia.
El alcalde pidió a los madrileños que acudan Sol que "sigan de forma estricta las medidas que hay para prevenir que pueda haber contagios" y defendió que permitir la celebración responde a la "confianza" que tienen las instituciones en los madrileños y en la responsabilidad que han mostrado a lo largo de toda la pandemia".
En la Puerta del Sol ya está todo preparado para la celebración de esta noche. El dispositivo de seguridad montado incluye a más de 300 agentes de seguridad y controles en los puntos de acceso a la plaza que, además del aforo, controlarán que no se introduzcan vidrios y petardos en la plaza y vigilarán la venta ambulante en el entorno. Para asegurar el control de la asistencia se informará con carteles cuando se haya alcanzado el aforo máximo y a las nueve de la noche se cerrarán los accesos de la estación de Metro y Cercanías, al igual que se ha hecho otros años.
Ocio nocturno sin restricciones
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, había anunciado que ninguna de las cinco macrofiestas anunciadas para la región se iba a realizar finalmente, "unas porque los propios promotores han desistido de celebrarlas y otras porque no contaban con un plan de contingencia Covid".
Sin embargo, sí se han mantenido las fiestas de la discoteca Fabrik de Humanes de Madrid y la de La Cubierta de Leganés, que esperan juntar a más de 10.000 personas. Los dos locales mantendrán las convocatorias de fiestas en Nochevieja, Año Nuevo y día 2 de enero, ya que estas actividades se enmarcan dentro de las licencias de actividad habitual y no requieren autorización especial.
Tras el anuncio de Isabel Díaz Ayuso, la empresa gestora de Fabrik ha explicado que "esta autorización hace referencia a las licencias especiales para Nochevieja, no para los locales que ya tienen esta licencia para el desarrollo de su actividad habitual". "Habrá eventos este fin de semana en Fabrik", han informado.
En la misma situación se encuentra La Cubierta de Leganés, que mantiene la celebración para el día 1 de una fiesta techno, la 'Wan', de varias horas de duración, pese a las críticas de algunos partidos políticos como Unidas Podemos, que ha tildado de "atrocidad" la celebración dado el aumento de los contagios por la variante Ómicron. La empresa mantiene en su página web la venta de entradas de una fiesta que comenzará a las 17 horas del día 1 de enero y que está previsto que dure más de doce horas en lo que define como el "mayor festival" de música tecnho.
La ausencia de restricciones al ocio nocturno hace prever una nochevieja de fiestas en los bares y discotecas de la Comunidad. A fecha de 15 de diciembre, según datos facilitados a Europa Press por la asociación de empresarios de ocio nocturno 'Noche Madrid', la venta de entradas estaba al 32,2% del total de localidades, frente al 49,2% al mismo día de 2019.
La explosión de contagios por la variante ómicron ha provocado muchas cancelaciones y la patronal prevé que, al igual que ocurrió en Nochebuena, los locales no estarán llenos y muchos asistentes apostarán por palcos y reservados, donde pueden "festejar con personas de su grupo de convivencia y manteniendo la distancia de seguridad con desconocidos".