Dice Rafael Llanes, un vecino de Montecarmelo, que la plataforma vecinal a la que representa "no tiene connotaciones políticas". Él y otros residentes del barrio la han formado para impedir que el Ayuntamiento de Madrid construya un cantón de limpieza en una parcela cercana a un colegio, a una escuela infantil y a un cementerio. "La ubicación elegida es la peor posible". Reconoce, a su vez, que la "mayoría" de los votantes apoyaron al PP en las pasadas elecciones municipales: "Por eso nos sentimos tan dolidos con esta situación".
Aglutinados en la plataforma No al Cantón de Montecarmelo, los vecinos de esta zona del distrito madrileño de Fuencarral-El Pardo no han parado de hacer ruido en los últimos días para exigir la reubicación del cantón. No han sido los únicos: en La Paz -también en Fuencarral-, Vicálvaro y La Elipa llevan semanas movilizados para pedir al Ejecutivo municipal la misma solución: que los cantones no se instalen cerca de áreas residenciales o verdes.
En todos ellos el apoyo a Martínez-Almeida en las pasadas elecciones fue mayoritario. Y no debe sorprender: el candidato popular tiñó de azul los 21 distritos. Aunque unos más que otros. En El Goloso, el barrio donde se ubica Montecarmelo, el 59% respaldó al alcalde; y en La Paz, el 54%. En ambos con una diferencia aplastante a la segunda fuerza más votada.
En el barrio de Ventas, donde se encuentra el cantón de La Elipa, casi el 40% de los sufragios llevaban el nombre de Martínez-Almeida. Y en el Casco Histórico de Vicálvaro, donde se plantea un cantón auxiliar que enerva a los vecinos, el apoyo fue del 36% frente al 26% que obtuvo el PSOE y el 19% que cosechó Más Madrid.
"En la ciudad de Madrid hay 116 cantones de los que no tenemos ni una sola queja habitualmente", defendió el viernes el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante. El Ayuntamiento ha heredado estas protestas vecinales de la legislatura pasada, cuando ya hubo quejas en un puñado de distritos. De hecho, seis semanas antes de las elecciones, Cibeles paralizó la construcción de 12 de las 16 nuevas instalaciones planteadas. El nerviosismo y el malestar han regresado a algunos de los barrios afectados a medida que el Consistorio ha retomado sus planes.
Un cantón sirve de base logística para que los empleados de la limpieza puedan guardar la maquinaria y sus herramientas. Este modelo de instalación no es nuevo. En tiempos de Ana Botella había repartidos 131 cantones repartidos por la ciudad. "Ni generan molestias de olores ni de ruido", ha defendido esta semana el alcalde, al tiempo que ha asegurado que su Gobierno ha mantenido reuniones con los vecinos en "reiteradas ocasiones" en los últimos meses.
De Montecarmelo a La Elipa
"El Ayuntamiento no nos convence para nada porque ha incumplido constantemente su palabra. Queremos hechos", exige Rafael Llanes, de Montecarmelo. Según explica, la parcela elegida por el Consistorio no sólo se encuentra junto al Colegio Alemán y la Escuela Infantil Sol Solito, sino que linda con el Cementerio Municipal de Fuencarral: "Mucha gente en el barrio piensa que es una falta de respeto hacia sus seres queridos que están enterrados allí".
El "megacantón" que pretende construir el Ayuntamiento -detalla el portavoz vecinal- es la "suma" de varias instalaciones en "una", ya que incluye también una "base" del Servicio de Limpieza Urgente (Selur). Los vecinos se organizaron hace unos días como plataforma y, rápidamente, han distribuido su mensaje entre los medios de comunicación y con pancartas en las calles. Para el próximo domingo, han convocado una manifestación para reclamar a Almeida que reubique la instalación en una zona "alejada de toda vivienda y centros educativos". La plataforma está dispuesta a elevar el pulso y emprender acciones legales si es necesario.
Cibeles, por su parte, ha rechazado hasta ahora los lugares alternativos que han propuesto los vecinos. Además de las reuniones, el Ayuntamiento está llevando a los afectados a cantones similares para que las conozcan de primera mano. Y el alcalde les ha hecho una promesa: "Tienen que estar tranquilos, no va a ser para tratamiento de residuos, está a 250 metros de las viviendas y va a mejorar la limpieza de Montecarmelo".
Los residentes de Vicálvaro también se manifestarán el domingo por el mismo motivo. En su caso, el cantón en cuestión está planificado en una esquina del Parque Forestal de Vicálvaro. Los habitantes de la zona han recurrido al Defensor del Pueblo y a una campaña de firmas en Change.org.
Aseguran, en declaraciones recogidas por Europa Press, que no saben por qué es necesario levantar un cantón de limpieza "destrozando 1.300 metros cuadrados" del Parque, "cuando el Polígono Industrial de Vicálvaro está a menos de 100 metros y ya se está construyendo otro cantón en una parcela de más de 6.000 m2". El equipo de Gobierno, por su parte, sostiene que es una ubicación ideal donde, además, "no se va a hacer tratamiento de residuos".
En declaraciones a Madridiario, otro vecindario, el de La Elipa, se queja de las molestias "constantes" que genera en la zona el cantón de la calle Santa Genoveva. Denuncian que los camiones generan ruido durante la madrugada. Borja Carabante se ha comprometido a mantener una reunión con ellos para mostrarles las mediciones sonoras tras la colocación de unas mamparas.
¿Y qué dice la oposición? Más Madrid acusa al Gobierno del PP de "falta de diálogo" y "opacidad" y critica duramente que paralizase los cantones por "la presión vecinal" antes de las elecciones y que "al día siguiente de los comicios" los reactivase "sin informar ni consultar ni consensuar". Por su parte, el PSOE insiste en que Cibeles tenga más "diálogo" con los afectados. Javier Ortega-Smith (Vox) tampoco es ajeno a la reivindicación vecinal y se sumará el domingo a la protesta en Montecarmelo.