Hay dos imágenes clave en la Semana Santa de Madrid: el Cristo de Medinaceli y Jesús el Pobre. Ambos salen en procesión durante esta fiesta litúrgica en la capital. Hasta hace poco, se desconocía la autoría del segundo, que desfila cada Jueves Santo desde la iglesia parroquial de San Pedro el Viejo. Sin embargo, un nuevo boletín del Museo Arqueológico Nacional ha arrojado algo de luz al origen de esta imagen.

El museo atribuye su autoría al escultor jienense Antonio Primo, que vivió entre los años 1735 y 1798. Según explica el citado boletín, la figura fue donada por la duquesa de Santisteban a la parroquia en 1766.

"La duquesa de Santisteban que donó a San Pedro la versión del Jesús de Medinaceli fue doña Joaquina María de Benavides y Pacheco (1746-1805), III duquesa. Los duques de Santisteban tenían su palacio junto a la iglesia de San Pedro, y aún subsisten ambos edificios, aunque del palacio solo se hayan conservado la zona de servicios y las caballerizas", explica el museo.

Imagen de Jesús el Probre. Hermandad Nuestra Señora Virgen del Rosario Coronada

La mujer "fue bautizada en la parroquia y en 1764 contrajo matrimonio en ella con don Luis María Fernández de Córdoba y Gonzaga, XIII duque de Medinaceli (1749-1806). De este modo cobra pleno sentido la presencia de una versión del Jesús de Medinaceli, ligado a la familia del esposo, en la parroquia de la novia, adyacente a su palacio familiar. Tuvo que ser encargada y realizada por tanto después de la boda de 1764 y antes de 1767, puesto que fue donada el año anterior".

Y las nuevas informaciones aún van más allá: "Podemos además desvelar el autor de la imagen. Ha pasado desapercibida una declaración de Antonio Primo, a quien hemos visto en posible relación con el escudo de Carlos III, contenida en un memorial redactado en 1775 en que solicitaba el oficio de escultor de cámara".

El artista que aprendió en Roma

Este escultor nació en Andújar en 1735 y "aprendió escultura en la Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 1754, gracias a una ayuda de cuatro reales diarios que le concedió Fernando VI 'en atención a su pobreza y aplicación'".

Pasó seis años de su vida en Roma becado por una academia, donde hizo "copias en barro de esculturas de la Antigüedad y de grandes maestros del Barroco romano como Algardi, Rusconi o Maini", algo que casa perfectamente con su autoría de Jesús el Pobre, que no es otra cosa que una versión de 'el Rico', es decir, del famoso Cristo de Medinaceli.

Asimismo, Primo "realizó después esculturas para obras reales y la alta nobleza, sin duda bajo la protección de su maestro, pero no alcanzó, por diversas circunstancias, grandes reconocimientos". El escultor murió en Madrid en 1798.

Su obra, en cambio, pervive a día de hoy y es contemplada cada Jueves Santo por cientos de madrileños que le tienen mucho fervor. Con sus 173 centímetros de altura, túnica morada, cinturón de esparto y cruz trinitaria en el antifaz, muestra a un Cristo maniatado en el momento de ser presentado al pueblo judío. Una imagen que muchas veces provoca más devoción por ser conocido como "el pobre".