La experiencia vivida este fin de semana con el festival MadBlue, celebrado en el Parque del Oeste, viene a confirmar que Madrid no está preparada para acoger festivales. El alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, ha garantizado este lunes que sancionará al MadBlue en caso de que se hayan sobrepasado los límites de ruido previstos en la ordenanza municipal, como ya pasó con el Mad Cool y el concierto de Harry Styles.
La Asociación Vecinal de Manzanares-Casa de Campo denunció este domingo, mientras se celebraba el festival, que "el volumen de los conciertos está siendo insoportable para los vecinos y vecinas, volumen de ruido que ha sido autorizado por el Ayuntamiento de Madrid y que ante las numerosas quejas vecinales ante diferentes instancias municipales nos han dicho que no se puede hacer nada".
"Consideramos que debe valorarse este impacto a la hora de autorizar eventos, eventos que cuando es nuestra Asociación quien intenta organizar desde el barrio para el barrio, siempre encuentra trabas y problemas", añade el comunicado de los vecinos.
"Los eventos que tienen lugar en la ciudad de Madrid no pueden superar el límite ruido y, cuando lo superan, se les sanciona", ha asegurado Almeida este lunes en declaraciones a los medios de comunicación. "Esto se aplica a todos los eventos por igual, porque es compatible tener los mejores eventos en la ciudad de Madrid y garantizar el descanso y la calidad de vida de los vecinos".
Las experiencias de este año, en cambio, parecen contradecir al alcalde. El Ayuntamiento de Madrid impuso una multa de 22.001 euros a Mad Cool por superar los niveles de ruido permitidos durante el festival, que este año se celebró en Villaverde durante los días 6, 7 y 8 y la madrugada del 9 de julio.
Los problemas del Mad Cool no terminaron ahí. El festival generó importantes atascos y larguísimas colas para acceder al recinto. Trayectos que se solían cubrir en 10 minutos pasaron a ser de más de media hora.
La cola de acceso llegó a dar la vuelta a la Colonia Marconi y mientras que los vecinos tenían muchas dificultades en acceder a sus casas porque el barrio se encontraba cerrado al tráfico.
Una semana después los ruidos también resultaron un problema en el concierto de Harry Styles. El Consistorio impuso una sanción de 19.000 euros a la organización por incumplir la normativa durante el evento, celebrado el Iberdrola Music, el mismo espacio de Villaverde donde se celebró el Mad Cool.
Como colofón, también hay abierta una campaña de Facua y de colectivos vecinales de Hortaleza y Barajas para que se suspendan los festivales en IFEMA por las molestias de ruidos que generan.
El fracaso del Primavera
Estos inconvenientes se suman al desastre ocurrido con el festival Primavera Sound en junio de este año, en Arganda del Rey. Uno de los festivales más importantes de España se vio obligado a suspender su primera jornada porque el recinto se convirtió en un lodazal por la lluvia, lo que hacía imposible acoger el evento, que sí pudo celebrar los días siguientes.
El primer paso de este gran evento por Madrid resultó un sonoro fracaso y el festival no se celebrará el año que viene en la región. "No hay un espacio en Madrid que reúna todas las condiciones para celebrar la edición del 2024", aseguró Alfonso Lanza, codirector del Primavera Sound, a El País.
Lo sorprendente es que el recinto en el que se celebró el Primavera Sound, conocido como Ciudad del Rock, es el único en toda la región (cuya propietaria es la Comunidad de Madrid, pero gestiona el consistorio local) que se creó precisamente para realizar festivales.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, es consciente de este problema y, recientemente, se propuso resolverlo. Recientemente la Consejería de Cultura aseguró que ya está buscando un lugar para albergar grandes conciertos y eventos.
No se descarta que el espacio sea de titularidad 100% privada o mixta, como ocurre en el caso del Palacio de los Deportes (ahora llamado Wizink Center), pero lo que está claro es que tiene que cumplir "todos los requisitos de seguridad y jurídicos" correspondientes.
Desde la Consejería evitaron pronunciarse sobre el espacio en el que se celebró el Mad Cool o la Ciudad del Rock. Actualmente, Madrid tiene un gran vacío en este aspecto.
El recinto del FIB, en Benicasim, o la Fira de Barcelona son ejemplos de lugares acondicionados para realizar macroeventos musicales que permiten que (llueve, truene o nieve) no se suspendan las actuaciones musicales.
Madrid ha intentado convertirse en un referente internacional de la música en directo con Mad Cool y Primavera Sound, pero ambos han dejado ver el mismo problema: no hay un recinto apto. Lo mismo ocurre con grandes reclamos internacionales como Beyoncé o Coldplay que, en los últimos tiempos, han decidido tocar en la Ciudad Condal y no en la capital.