El último "quiosco antiprostitución" de Madrid, situado en la céntrica Plaza de Jacinto Benavente, se resiste a morir. Su concesión ha terminado y tienen una orden de cierre del Ayuntamiento de Madrid. Pero el local sigue abierto, desplegando sus sillas y ofreciendo una carta basada en los "platos de la tierra", como tapas de salmorejo o albóndigas con pisto, raciones, croquetería o arroces.

El de Jacinto Benavente es uno de los tres quioscos que Cibeles, en la última etapa de Ruiz-Gallardón como alcalde, concedió a empresas privadas para que se instalasen en tres plazas del centro de Madrid. Eran espacios con cafetería y terraza con los que el Ayuntamiento pretendía evitar la "marginalidad y luchar contra el botellón".

Los quioscos se montaron en Jacinto Benavente y en la Plaza de la Luna, donde la prostitución era el problema, y también en Pedro Zerolo, que sufría el botellón. Por estos motivos, un artículo de El Mundo definió entonces a estos singulares espacios como "quioscos antiprostitución".

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Los contratos se firmaron por 10 años, aunque se alargaron algo más. En cualquier caso, las concesiones ya están agotadas. El local de la Plaza de la Luna se desmanteló hace unas semanas y el de Zerolo dejó de operar en 2021.

El de Jacinto Benavente, sin embargo, sigue abriendo con normalidad, tal y como avanza Somos Madrid y ha podido confirmar Madrid Total. Este mismo miércoles, sobre las 9 horas, el quiosco ya estaba preparándose para ponerse en marcha. Tenía varios toldos desplegados y las sillas de plástico apiladas en torres. Varios "mendigos" permanecían a esa hora en los alrededores del local y en la Plaza. "Hay que estar llamando a la Policía constantemente", asegura un empleado de la zona.

Según Somos Madrid, detrás del quiosco está The Food. Los responsables, en cualquier caso, no se encontraban en Jacinto Benavente en el momento en el que ha acudido El Español.

Cabe recordar que Jacinto Benavente, situada a espaldas de la Puerta del Sol, es una de las plazas que el Gobierno de Martínez-Almeida renovará durante la nueva legislatura. Para ello, destinará 2,7 millones de euros, aunque el Ayuntamiento todavía no ha revelado más detalles sobre la reforma.

Normalmente, una remodelación de este tipo supone que los obreros levanten el pavimento de la plaza, renueven el mobiliario urbano o cambien el alumbrado, entre otras mejoras.

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