"Hay multitud de opciones para encontrar sexo, pero ninguna que favorezca de esta forma el erotismo y el autoconocimiento". Así lo expresa Alfonso, "socio pajillero de honor" de 'Pajas entre Colegas'.
Se trata del primer club de autosatisfacción masculina de España, y llegó a Madrid en marzo de 2022 con el objetivo de "acabar con el tabú de la masturbación". Según su web pajasentrecolegas.es, en su primer año les visitaron más de 1.200 hombres, cifra que ya han superado en lo que va de 2023. Nacho, su presidente, lo define como "una asociación sin ánimo de lucro" que brinda a sus socios una alternativa a la búsqueda tradicional del placer individual.
Todo comenzó con un blog. En 2013, Nacho y un amigo crearon la web tecnicasdemasturbacion.com con la intención de derribar los muros de la privacidad en cuanto a la masturbación masculina. Para 2015, ya habían logrado crear una comunidad de hombres con ideas afines respecto a la autosatisfacción compartida, que se reunía para poner en común sus intereses.
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Tras el éxito de estos encuentros, en 2018 decidieron viajar a Estados Unidos, país que alberga dos de los clubes más antiguos de masturbación mutua (1980 y 1983). Allí se asesoraron y, después de mucha meditación, en 2022 decidieron traer este concepto a nuestro país bajo el nombre de 'Pajas entre Colegas' (PeC). "La autosatisfacción sexual siempre ha existido, pero no es una conducta que se exhiba. Hasta ahora, pertenecía al universo de lo íntimo", puntualiza Nacho.
"La masturbación es la actividad principal, incluidas las caricias en solitario, en pareja y en grupos de tres o más. Los eventos son fluidos, con algunos miembros jugando por un rato en diferentes áreas de la sala y con diferentes compañeros", explica el presidente de la asociación.
Las reuniones se llevan a cabo en su local ubicado en el barrio de Argüelles, que solo cuenta con una "sala de juegos". Cada reunión solo tiene 20 plazas que normalmente se llenan. "La media de asistencia es de 15 personas, pero nuestro evento más grande hasta la fecha atrajo a 50 miembros, que era nuestro aforo máximo en la anterior sede de Madrid, en Alcorcón", destaca Nacho.
Pero a estos encuentros no puede asistir cualquiera. Para ello, es necesario ser socio del club mediante el pago de las distintas cuotas de membresía. "Tenemos diferentes opciones disponibles para adaptarnos a las necesidades y preferencias de nuestros socios", afirma Nacho.
Existen dos tarifas. Una mensual, de 50 euros, y otra anual, de 300, ambas incluyen acceso gratuito a todos los eventos. Por otro lado, cuentan con dos tipos de suscripciones: una mensual de 10 euros, con un coste adicional de 12 por cada evento, y otra para los socios más jóvenes, de 18 a 25 años, con un precio de 30 euros al año, con un cargo de 6 euros para cada sesión.
Y es que 'PeC' es un espacio para todo el público masculino, sin excepción. Pues entre sus asistentes hay hombres de entre 18 y 68 años, casados o solteros. Y no todos homosexuales. También acuden a los eventos hombres heterosexuales y bisexuales.
"No discriminamos a nadie por ningún rasgo subjetivo. No evaluamos a los posibles miembros en función de la edad, la raza, el origen étnico, el tipo de cuerpo, el nivel de condición física o la orientación sexual", apunta el presidente.
Los hombres trans también son bienvenidos, aunque tengan vagina. La única condición es "identificarse como hombre, pero nosotros no definimos qué es ser un hombre ni lo atribuimos a unos determinados genitales", explica Nacho.
Solos o en pareja
Alfonso tiene 45 años y es administrativo. Tiene pareja, pero lleva años sin mantener relaciones sexuales con ella debido a sus problemas de salud. Acuden solo a los eventos en busca de "un disfrute sexual sano y que a la vez me permita socializar con otros hombres". "Comencé a ir porque quería tener encuentros sexuales relajados que no implicasen tener que cumplir unas altas expectativas", admite.
J.J.P.,"socio pajillero", es un profesor de 44 años. Él y su pareja llevan un año acudiendo a estas reuniones. "Nuestra principal motivación fue la de encontrar un entorno agradable en el que poder pasar un buen rato con otros hombres. Aquí se crea un ambiente de confraternización muy positivo, y eso no es lo que encontrábamos en otros ambientes en los que se tiene sexo con hombres", afirma.
No es el caso de Celes, de 41 años. Él está soltero, y asiste a las reuniones porque en ellas se siente "estupendamente". "Es un concepto de local que me encanta. Es algo muy novedoso que yo ya había estado buscando. Un día busqué en Google club de pajas, y tuve la suerte de que me apareció el mejor club del mundo", comenta.
Aun así, admite que le costó dar el paso: "La primera vez que fui fue en enero. Llegué hecho un flan, pero mereció la pena. En este espacio encuentro mucho buen rollo y un montón de placer".
Un protocolo muy estricto
Algunas de las características del club que más destacan los miembros son la seguridad y la higiene. Y es que 'PeC' cuenta con un estricto protocolo de conducta de obligado cumplimiento.
Antes de empezar los eventos, todos los asistentes deberán dejar sus pertenencias en las taquillas destinadas para ellos, pues solo se permite la entrada a la 'zona de juego' con una única prenda. En caso de detectar falta de higiene o algún tipo de infección, aunque sea un resfriado, no se permitirá la entrada.
Una vez que comienza el encuentro, las normas son claras. "Solo pajas, nada va dentro de nada y nada de labios por debajo de las caderas. Consentimiento previo, sin él no está permitido tocar a otro miembro. Discreción y anonimato, la violación de la identidad de cualquier miembro es motivo de terminación de la membresía. Están prohibidos el alcohol y las drogas de cualquier tipo. Por último, y como sugerencia, se desaconseja la charla excesiva entre los participantes", desarrolla el presidente.
Un proyecto con visión de futuro
Ahora, después de dos años en activo en Madrid, 'PeC' llega al País Vasco. Se trata, de momento, de un pequeño grupo que organiza reuniones esporádicas, pero no descartan crear nuevas sedes. "Nuestra intención era haber abierto sede esta primavera en Barcelona, y no descartamos abrir en todas las provincias", declara Nacho.
A pesar de su mirada optimista a largo plazo, el camino no ha sido fácil. Su primera parada fue un local en Alcorcón, que tuvieron que abandonar a finales de julio por las presiones de los residentes en el barrio. "Nuestra asociación era objeto de hostilidad por parte de algunos vecinos, que nos dejaban pintadas de odio en la fachada de nuestro local. Lamentablemente, esta situación también incomoda a los vecinos de nuestra nueva sede en Argüelles, lo que demuestra que aún queda mucho por hacer para construir una sociedad más tolerante", explica el presidente.
*Andrea Gómez Cilleruelo, autora del reportaje, es alumna de la primera promoción 2023-2024 del Máster de Periodismo de ELESPAÑOL/UCJC.