Tensión en el Pleno del Ayuntamiento. Concejales del PSOE y Más Madrid se han levantado de sus asientos y lo han abandonado después de que Javier Ortega Smith, de Vox haya golpeado una botella de agua, empujándola contra el portavoz adjunto de Más Madrid, Eduardo Fernández Rubiño.
El suceso ha ocurrido cuando el dirigente de Vox abandonaba la tribuna, desde la que había cuestionado las palabras de la concejala socialista Adriana Moscoso, quien había relatado que su familia fue amenazada por la banda terrorista ETA.
Todo ello sucedía durante el debate en el Pleno de una moción sobre el pacto entre PSOE y Bildu que dará a este último partido la alcaldía de Pamplona. En su intervención, Ortega Smith ha manifestado que el Partido Socialista sufre "el síndrome de Estocolmo" con el partido abertzale.
En conversación con EL ESPAÑOL, Fernández Rubiño admite que ha manifestado un "¡qué asco!" como reacción a las palabras de Ortega Smith. Éste, que abandonaba la tribuna y se dirigía hacia su asiento, ha vuelto sobre sus pasos y se ha encarado con el portavoz adjunto de Más Madrid.
Según Eduardo Fernández Rubiño, Ortega Smith le ha increpado reiteradamente, mientras le gritaba: "¡¿Qué dices, qué dices?!". Tras ello, tal y como han recogido las cámaras, ha golpeado con su carpeta la botella de agua de la concejala sentada a la izquierda de Fernández Rubiño. El recipiente, de plástico, ha salido volando por los aires.
Inmediatamente, el dirigente de Vox ha derribado con su mano izquierda la botella del concejal de Más Madrid, a la vez que se encaraba con él.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha tildado de "inaceptable" el comportamiento de Javier Ortega Smith. "No cabe su actitud y su conducta. No sé lo que ha dicho, pero no lo justifica", ha expresado el regidor, del PP.
"Es un día muy triste y es una agresión inaceptable", ha expresado Almeida ante los medios de comunicación, al terminar el Pleno. El alcalde de la capital considera que Ortega Smith "no está, en estos momentos, capacitado para representar al conjunto de los madrileños".
"Se ha acercado a mí de manera intimidatoria, ha tirado una botella sobre el escaño, ha tirado los papeles y ha estado cerca de establecer contacto físico conmigo", manifiesta a EL ESPAÑOL Rubiño, que justifica haber manifestado verbalmente su "asco" tras a las palabras que Ortega Smith "ha dirigido hacia una persona que ha sido víctima de ETA".
Por su parte, Ortega Smith ha anunciado que no renunciará al acta de concejal, como le han exigido el PP, Más Madrid y el PSOE. Y ha negado que tirarle "una botella vacía de agua" a Rubiño constituya "una agresión". "Que se recupere de sus graves lesiones el agredido", ha ironizado al final de su comparecencia ante la prensa.
"Probablemente, como ser humano que soy, no debería haberle tirado la botella, que, por cierto, estaba vacía. No ha habido agresión ninguna y lamento que algunos, como el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, quieran remar políticamente y sacar algún tipo de rédito diciendo que es inaceptable esta 'agresión'", ha continuado Ortega Smith.
El suceso ocurría durante el debate de una moción de urgencia dedicada a los pactos PSOE-Bildu en Pamplona, elevada al Pleno de Cibeles por Vox, y después de que Ortega Smith haya sembrado dudas sobre las amenazas de ETA a la familia de la concejala socialista Adriana Moscoso, cuyo padre fue ministro con Felipe González.
"Yo desconozco su historia familiar y la voy a dar por cierta porque no tengo argumentos para decir que es verdad o que es mentira. Yo la voy a creer a usted y la creo. Lo que yo no sé es cómo ha aceptado usted subir aquí a defender esto", ha reprochado Ortega Smith a Moscoso después de que ésta haya relatado que, durante su juventud, su familia tenía que revisar todas las mañanas los bajos del coche para cerciorarse de que no hubiera una bomba lapa. El dirigente de Vox también ha manifestado que el PSOE sufre "un síndrome de Estocolmo" con Bildu.
Incidente con Daniel Viondi
Ésta no es la escena de tensión que ha tenido lugar recientemente en el Palacio de Cibeles. El Pleno vivió el jueves 28 de septiembre uno de los sucesos más polémicos que se recuerdan en la política de la capital. El Ayuntamiento celebraba entonces su primer Pleno del curso político, marcado por la moción contra la amnistía que el PP logró aprobar con su mayoría absoluta.
Ya por la tarde de aquel jueves, cuando se debatía una iniciativa del PSOE para renombrar un canódromo en honor a la futbolista Jennifer Hermoso, el socialista Daniel Viondi terminó su turno de palabra, se acercó al asiento del alcalde y le palmeó la cara.
La acción desató, de inmediato, la indignación de la bancada del PP y el socialista fue expulsado a los pocos minutos, tras ser llamado al orden en tres ocasiones. El propio Almeida pidió el cese "fulminante" del edil y el PSOE tomó rápidamente cartas en el asunto. Viondi, tras una larga trayectoria dentro del partido, entregó el acta de concejal y ya tiene sustituta en el Grupo Municipal: María Caso.
En aquella ocasión, Fernández Rubiño, como portavoz de Más Madrid, consideró "inaceptable" el gesto del edil socialista. "Me parece esencial mantener el respeto entre los concejales y, especialmente, con el alcalde de la ciudad", manifestó desde la tribuna.