La magia, la ilusión y los nervios se apoderaron el viernes de la ciudad de Madrid. En un Paseo de la Castellana abarrotado de miles de personas, los Reyes Magos se exhibieron con sus carrozas como antesala a la noche de los regalos. Durante el tradicional desfile, que cumple 20 años recorriendo esta gran avenida madrileña, los niños recogieron kilos y kilos de caramelos y pudieron ver de cerca a Sus Majestades de Oriente.
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Melchor, en su discurso desde Cibeles, alabó el buen comportamiento de los niños madrileños y se acordó de los menos afortunados. Gaspar, que volvió a causar furor, subrayó que el mejor regalo es el "amor que podemos darnos los unos a los otros". Y Baltasar, por su parte, animó a todos a "hacer el mundo mejor". "Ese es el regalo que os pedimos los Reyes Magos".