Ocurre con cierta frecuencia: cuando se producen fuertes lluvias en Madrid, algunos usuarios de redes sociales comparten vídeos y fotos de diversas zonas de la ciudad anegadas por el agua. Así sucedió el pasado 19 de octubre cuando la borrasca Aline inundó varias zonas de Madrid y dejó el récord de precipitación en 24 horas en una serie de más de cien años: 100,1 litros por metro cuadrado.
Como no puede ser de otro modo, estas inundaciones provocan un especial y desesperante caos en el transporte de la ciudad y, concretamente, en la red de Metro. Pues el servicio suele quedar interrumpido por varias horas y, en ocasiones, las instalaciones quedan dañadas y no se pueden usar por un periodo de tiempo.
Pero el gobierno Madrid quiere acabar con estos episodios. Por eso, tal y como aparece en el portal de transparencia de la comunidad, el pasado 21 de agosto se publicó la licitación de un proyecto que tiene como objetivo principal evitar inundaciones en el tramo de Metro de Marqués de Vadillo – Urgel, en la línea 5.
Tal y como figura en la memoria justificativa del proyecto, el objetivo de dicho proyecto es "aplicar las medidas apropiadas para evitar la afección a la explotación de la línea debido a la inundación de la plataforma de vía".
El citado documento indica que este objetivo implica "el sellado completo de una serie de pozos clausurados en superficie, que suponen un aporte importante de agua en episodios de grandes avenidas" y "la ampliación de la capacidad de bombeo del pozo situado en la intersección Pirámides - Marqués de Vadillo".
Tal y como figura en este documento y ya adelantó SomosMadrid, el presupuesto base de licitación de estas obras es de 1.285.220,41 euros. La duración del contrato de estas obras será de 4 meses y las empresas interesadas podrán presentarte hasta el próximo jueves 19 de septiembre.
Además, tal y como publica el citado medio, este plan es complementario a otro presentado hace unos meses para mejorar la estación de Banco de España, donde se han elevado los accesos para evitar que el agua se concentre y forme una cascada que llega al andén.
Madrid, una ciudad impermeable
Hay varias razones que explican el caos que se produce en Madrid los días lluviosos. Los estanques de tormenta son depósitos de almacenamiento de agua residual en tiempo de lluvia y, cuando hay tormenta, llega un momento en que el caudal recogido supera la capacidad de tratamiento de las estaciones depuradoras o la capacidad de transporte de la red de alcantarillado.
Es entonces cuando entra en funcionamiento el estanque de tormentas, donde se almacena el agua hasta que pasa la tormenta y se puede transportar y tratar. Madrid dispone de 38 estanques de tormentas, entre los que destaca el de Arroyofresno y Butarque por ser uno de los más grandes de Europa. El problema es que, en la ciudad, estos estanques, que tienen capacidad limitada, solo recogen agua de un solo punto, haciendo que el agua no se pueda filtrar en otros lugares donde hace más falta.
La orografía de la ciudad tampoco favorece a que el agua no se acumule. Pues Madrid se trata de una ciudad con muchas cuestas y desniveles, al contrario que otras capitales europeas, cuya orografía es plana y es más sencillo planificar el urbanismo teniendo en cuenta las lluvias. Además, Madrid es una ciudad sin muchos parques, que ayudan a que el agua se filtre en el subsuelo.
Esa ausencia de zonas verdes implica que Madrid sea una urbe con mucho asfalto y por ello, impermeable. Por tanto, el agua no puede atravesar el subsuelo y se forman verdaderas balsas de agua en las calles que hacen que sea imposible circular.