Se llaman Asteria y María y trabajan juntas desde hace más de dos décadas. Ambas dirigen Servicios Profesionales Sociales, la empresa que se llevó hace unas semanas el contrato para poner en marcha un proyecto piloto de José Luis Martínez-Almeida: 'La Tribu del 12'. Se trata de un servicio extraescolar que fomentará las relaciones interpersonales de alumnos de entre 9 y 13 años. Todo ello para que no acaben reclutados por bandas juveniles.
El Ayuntamiento de Madrid ha impulsado esta iniciativa a través de Madrid Salud, un organismo que cuelga del Área de Vicealcaldía, Portavoz y Seguridad y Emergencias. El Consistorio se gastará 424.319 euros (IVA incluido) en este contrato, que se extenderá hasta el 2026. La Junta del Distrito de Puente de Vallecas también participa en este nuevo recurso, que se financia gracias al Plan municipal Sures.
Por ahora, el proyecto se llevará a cabo en un colegio de Puente de Vallecas, una zona donde predominan los Dominican Don't Play (DDP). Así se refleja en la documentación de la licitación pública. El nombre de la actividad extraescolar, 'La Tribu del 12', hace referencia a la edad en la que los menores suelen ser captados por estar organizaciones.
Como contó este periódico en un reportaje reciente, diferentes expertos coinciden a la hora de describir el perfil del menor reclutado por las bandas latinas. Buscan jóvenes vulnerables y con familias desestructuradas. Cabe recordar que los chavales menores de 18 años no pueden ser juzgados criminalmente en arreglo al Código Penal, lo que supone una ventaja evidente para las bandas.
En la documentación de la licitación de 'La Tribu del 12', Madrid Salud explica que la soledad es uno de los factores que empuja a los escolares a acercarse a este mundo. Un acercamiento, por cierto, que cada vez es más precoz. Hablamos de niños de entre 9 y 13 años. En muchos casos, son chavales que no tienen oportunidades ni afecto y a los que les faltan referentes de vida y recursos que les permitan superar una situación difícil.
Servicios Profesionales Sociales podrá utilizar técnicas como el deporte, el ocio, los hábitos saludables sanos y el desarrollo de habilidades para la vida (empatía, gestión del estrés, etcétera) para crear un "espacio alternativo a la realidad" de las bandas juveniles. El servicio extraescolar debe fomentar un entorno "seguro y acogedor" para que estos menores creen relaciones personales saludables. Además de tener a los adultos del servicio como referentes, los pequeños tendrán acceso a información sobre los recursos de la comunidad.
En su página web, la adjudicataria asegura que tiene experiencia en desarrollar actividades extraescolares y complementarias tanto en colegios públicos de Infantil y Primaria como en Institutos públicos. Cerca de una quincena de ayuntamientos madrileños, así como instituciones privadas, han confiado servicios en la firma que controlan Asteria y María, presume la empresa.
Las dos mujeres comparten los cargos de administradoras solidarias y de directoras generales de la firma. La entidad asumirá los gastos de personal del nuevo servicio público (que contará al menos con nueve profesionales).
Durante el concurso público, la propuesta de Servicios Profesionales Sociales logró una puntuación técnica máxima. Entre otras actividades del servicio extraescolar, propone un plan de comunicación y una estrategia de difusión del programa. También plantea implicar a las familias de los alumnos participantes y a otros adultos de referencia y ofrece acompañar a los adolescentes de 12 años en el paso de 6º de Primaria a la nueva etapa de secundaria. Por otro lado, la compañía quiere actuar contra los riesgos asociados al uso inadecuado y abusivo de las redes sociales.
A nivel individual, propone un plan para cada menor, al que se le asesorará y acompañará. En cambio, ofrecerá actividades deportivas, lúdicas-educativas y de apoyo escolar para que los chicos realicen en grupo.