La Comunidad de Madrid ya ha enviado a todos los centros educativos madrileños cuales serán las instrucciones de cara a evaluar al alumno y abordar el final de curso. En Bachillerato, ningún estudiante podrá pasar de curso si tiene materias suspensas, mientras que en la Educación Secundaría Obligatoria (ESO), podrán superarlo aquellos que hayan suspendido dos asignaturas, siempre que no sean Lengua y Matemáticas. Lo que deja claro, en cualquier caso, que en la región no habrá un aprobado general. 

De este modo, Madrid es la primera autonomía que fija criterios en este ámbito y lo hace en contra de lo que sostuvo la ministra de Educación, Isabel Celaá. La titular insistió en que los suspensos en los alumnos debían ser una excepción y que todos los estudiantes que hubiesen visto paralizadas sus clases presenciales por la crisis del COVID-19 pasarían de curso, aunque no todos lo harían con la misma nota. Celaá, así, dejaba en manos de las CCAA con cuántos suspensos se podía titular a los alumnos. 

Frente a esto, el Ejecutivo madrileño, gobernado por el PP, ha decidido cumplir lo que marca la LOMCE y dejar en manos de los profesores la última palabra a la hora de calificar, sin cambiar nada la legislación educativa vigente. En otras palabras, todo sigue igual. Y es más, las tres evaluaciones contarán en la nota final del alumno. 

Ahora queda por ver lo que hará el resto de autonomías. En Cataluña, por ejemplo, la Generalitat anunció que dejaría pasar de curso a los alumnos sin tener en cuenta los suspensos. 

Calificaciones

A la hora de obtener la calificación final de alumno, en Madrid, los profesores tomarán como referencia la nota del alumno en los dos primeros trimestres, pero también valorarán la de la tercera. Eso sí, con matices. Se tendrá en cuenta "de manera individualizada, atendiendo a las circunstancias personales y educativas en cada caso". Con estas palabras, la consejería educativa madrileña hace mención a aquellos que no han tenido igualdad de condiciones en cuanto al acceso a medios tecnológicos o tienen problemas de aprendizaje. 

La instrucción específica en el documento, respecto a lo mencionado en el anterior párrafo, es que los docentes deberán valorar "las posibles carencias no achacables al propio alumnado para asegurarse de que ello no penalice su calificación, por lo que ningún alumno debe resultar perjudicado por la modificación de los criterios de calificación programados a principio de curso”.

Repetición de curso

En cuanto a la repetición del alumno, no cambia nada. Se deberá respetar la normativa vigente estatal y de la Comunidad de Madrid para cada enseñanza. "Hay que tener en cuenta, que la permanencia de un año más en la etapa tiene un carácter excepcional y se adopta tras haber agotado el resto de medidas ordinarias de refuerzo y apoyo para solventar las dificultades de aprendizaje del alumno”.

Para finalizar, la Comunidad pone fechas a las evaluaciones finales en cada curso. Las ordinarias, deberán concluirse antes del 16 de junio y las extraordinarias, antes del 26 del mismo mes. En segundo de Bachillerato, no obstante, será distinto. En este curso, los centros programarán la evaluación final ordinaria antes del 23 de junio, mientras que la prueba extraordinaria se realizará por los centros los días 1 y 2 de septiembre.

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