Isabel Díaz Ayuso ha ordenado abrir una investigación interna en la Consejería de Políticas Sociales para dilucidar por qué se subió a la plataforma de contratación "por error" un contrato por valor de 565.000 euros a la empresa propietaria del apartahotel en el que se hospeda desde el 16 de marzo, el día que dio positivo en coronavirus. 

"Aquí lo único raro que ha habido ha sido un contrato que se ha subido a unas horas extrañas, casualmente mal puesto, y que justo se ha enterado un periodista en ese momento". Unas horas después de que Ayuso anunciara la investigación interna en la Asamblea de Madrid, el consejero del ramo, Alberto Reyero (Ciudadanos), ha anunciado el cese del secretario general técnico, Miguel Ángel Jiménez, la persona que supuestamente subió a la plataforma el contrato. "El consejero de Políticas Sociales recabó la versión de todas las personas implicadas y pudo constatar que lo ocurrido responde a un error humano de carácter administrativo", alegó la consejería para anunciar el cese. 

En la Real Casa de Correos se tiene la convicción de que cesan al secretario general "para poder justificar que ya se han depurado responsabilidades por ese error que dicen que es involuntario". Sin embargo, subrayan que el cese de ese cargo debe aprobarse en consejo de Gobierno y que está en manos de la presidenta formalizar "o no" esa destitución. "Anuncian un falso cese, porque ese cambio lo tiene que firmar la presidenta. Habrá que ver de quién es la última responsabilidad de que se produjera ese error", insisten desde la Puerta del Sol para deslizar que Ciudadanos está detrás de esta "campaña" contra la presidenta madrileña y que están dispuestos a depurar responsabilidades a niveles más altos.

El equipo de Ayuso no esconde que hay una "mano negra" detrás de esta "persecución" que estaría en el equipo de Ciudadanos. ¿Por qué? Porque "alguien avisó" del momento en el que se colgó ese "contrato fake" en la plataforma, "ya que era imposible encontrarlo con un rastreo normal: había una errata en el nombre de la empresa"

Críticas

El alojamiento de Ayuso durante el estado de alarma en una suite de lujo en un hotel propiedad del empresario Kike Sarasola ha provocado un aluvión de críticas hacia la presidenta, que se ha comprometido a pagar de su bolsillo los 80 euros diarios que le cuesta la estancia. El asunto, sin embargo, llegó este miércoles al Congreso de los Diputados de la mano de Pablo Iglesias y el jueves se coló en la sesión de control a la propia Ayuso en la Asamblea de Madrid. 

El portavoz de Más Madrid, Pablo Gómez, le reprochó que "con 6.000 fallecidos en residencias, uno de cada tres sanitarios infectados y más de medio millón en situación de ERTE" la noticia sea "sus pisos de lujo". Además, le pidió que zanje "esta polémica" para que "no sean sus propios compañeros los que filtren esos vídeos comprometedores", en alusión a la dimisión de Cristina Cifuentes.

Ayuso se defendió como pudo y justificó que buscó "un sitio digno" para trabajar cuando tuvo que aislarse de su familia y de su equipo para "protegerles", como querría "cualquier presidente autonómico".

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