Miles de personas se manifestaron este domingo por las calles de Madrid en protesta por la violencia policial y el racismo, emulando las vistas en Estados Unidos tras el asesinato de George Floyd, nuevo símbolo del movimiento 'Black Lives Matter'. Se trataba en un principio de una concentración frente a la embajada de aquél país, en la calle Serrano, pero terminó circulando por la ciudad, llegando a la Puerta del Sol, y dando lugar a imágenes muy alejadas de las que aconseja el obligado distanciamiento social aún en estado de alarma por la pandemia del coronavirus.
Sin criticar el fondo de la marcha, en las redes sociales se han podido leer en las últimas horas críticas por el peligro que entrañaba la presencia de tantas personas en espacios tan reducidos pese a estar al aire libre y desarrollarse de forma pacífica. La Delegación del Gobierno, en el foco por haber permitido el 8-M (y con su máximo responsable, José Manuel Franco, imputado a la espera de declaración), no llamó la atención sobre el peligro sanitario que supuso, omitió que se desplazó de su emplazamiento permitido y se limitó a destacar la ausencia de "incidentes".
"La concentración frente a la Embajada de Estados Unidos en Madrid en memoria de #GeorgeFloyd ha reunido a 3.000 personas en #Madrid y ha discurrido sin incidentes y con total normalidad gracias a la labor de la @policia que ha velado en todo momento por la seguridad ciudadana", tuiteó la institución.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no es de la misma opinión. "La manifestación de ayer me parece muy bien, pero ha estado completamente descontrolada. Se supone que era una concentración frente a la Embajada de Estados Unidos y ha acabado recorriendo todas las calles de Madrid, sin ningún tipo de cuidado con la que todavía tenemos encima", ha declarado este lunes en esRadio.
Otra opinión política sonada es la de Pablo Echenique, portavoz de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados, que introdujo en su comentario en redes sociales de forma indirecta la manifestación en vehículos que organizó Vox el 23 de mayo, para subrayar que no se puede comparar aquello con lo visto este domingo: "No sé si tocaba ahora, pero sí sé que l@s que hoy os habéis manifestado para decir que #BLACKlivesMATTER, contra el racismo y por los derechos de l@s migrantes habéis intentado tener el máximo cuidado posible. Y lo sé porque no compro el eslomismo. La diferencia se llama DECENCIA".
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, tuvo que salir al paso al ver las imágenes de la Puerta del Sol, tras una semana en la que ya expresó su decepción y preocupación por escenas como la del multitudinario botellón en Tomelloso. "Desde el más profundo respeto a toda reivindicación democrática, quiero recordar que el virus está ahí. Pido responsabilidad a quien se manifiesta", tuiteó la máxima autoridad sanitaria en esta crisis.