Si hubo un aspecto que marcó la anterior legislatura en la Comunidad de Madrid fue, sin duda, la sanidad. Tras haber salido de una pandemia de Covid-19 con una gestión que había enfrentado a la región con el Gobierno central... Una huelga de médicos puso la guinda del 'pastel'.
Mónica García, portavoz de Más Madrid en ese momento y ahora ministra de Sanidad, era el contrapeso perfecto para la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso. Aunque ni la huelga, ni la situación de la sanidad madrileña, altamente tensionada, consiguió arrebatarse la soñada mayoría absoluta a la líder del PP de Madrid.
Ahora, sin Mónica García liderando la oposición y un cambio 'radical' en la gestión sanitaria, Ayuso afronta un nuevo año político en el que todo parece indicar que el tema principal va a ser la juventud y su educación.
Y es que, aunque la presidenta regional presentó esta legislatura como la de "la vivienda", lo cierto es que sus primeras grandes medidas se están centrando en temas educativos. Precisamente, el aspecto en el que se ha focalizado el que ahora parece su contrapeso en la Asamblea de Madrid: Juan Lobato.
El líder de los socialistas, que ha insistido desde su llegada a la Cámara regional con preocuparse por las cosas "del comer", ha mostrado una especial preocupación por la educación.
[La izquierda se divide en tres frentes para rodear a Ayuso: educación, sanidad y vivienda]
Tenía claro que podía ser su punto fuerte para hacer la batalla a Ayuso y así lo ha demostrado. Primero, poniéndose en el foco de la noticia al proponer que los colegios abrieran de 7 de la mañana a siete de la tarde.
La medida fue, cuanto menos, polémica. Lo que Lobato pretendía era que, gracias a extraescolares y otras medidas de apoyo, los padres pudieran conciliar mejor su vida laboral con los horarios estudiantiles.
Tras ello, propuso otras medidas como la gratuidad de los comedores escolares y, de cara a las elecciones, fichó al presidente de directores de secundaria y FP, Esteban Álvarez León. Un experto en la materia y muy respetado en el gremio.
También llevó por bandera durante las elecciones del 28-M aumentar los recursos de Educación y ampliar las plazas de la Formación Profesional (FP) o que en todos los colegios exista, en plantilla, un enfermero y un psicólogo. Algo que desde hace años piden los profesionales sanitarios y las asociaciones de profesores.
Desde a oposición de Ayuso parecían dividirse los frentes sociales: vivienda para Podemos, con Alejandra Jacinto (experta en desahucios al frente), sanidad para Más Madrid y educación para los socialistas.
Ahora, con Podemos fuera de la Asamblea, el debate educativo ha vuelto al ojo del huracán y, sólo analizando los pasos que está dando la presidenta, parece que este va a ser (por lo menos) el año de los jóvenes.
Educación
Una de las medidas que, seguramente, acarreará más polémica es el cambio del modelo bilingüe. Ayuso ya ha manifestado sus primeras ideas, aunque todavía no ha concretado mucho más.
Tal y como publicó este diario, el objetivo de la consejería de Educación de Emilio Viciana es que Historia y Ciencias se dejen de dar en inglés y, por el contrario, reforzar los contenidos en inglés de forma extracurricular.
Además, a esto se le suma la 'lucha' que va a tener que lidiar la región con el nuevo modelo de selectividad que el Gobierno de Pedro Sánchez dejó en 'stand by' hace unos meses y ahora pretende recuperar.
La presidenta de la Comunidad de Madrid ha rechazado un examen por competencias, en lugar de por contenidos, como también ha criticado que para cada región se tenga un examen de selectividad diferente. Algo que, a su juicio, perjudica a Madrid.
Pantallas
Además, la presidenta está muy preocupada por el uso de las pantallas y los dispositivos electrónicos entre los más jóvenes. Algo en lo que coincide con Juan Lobato, quien ha llevado a la Asamblea de Madrid la creación de una comisión de estudio y análisis de la situación.
Este organismo escuchará a expertos, profesionales, representantes de la administración, de la sociedad civil, industria tecnológica y de los propios adolescentes a través de sus entidades. Entre ellos, estará Family Watch y Unicef, como adelantó Madrid Total.
El objetivo final será una radiografía del uso de la tecnología en la infancia y la adolescencia en la Comunidad de Madrid, y poder presentar propuestas e ideas para evitar su impacto negativo.
La aspiración madrileña es que esto de un salto a nivel nacional y, así, poder marcar una línea contra los abusos que se producen en la red y sus efectos entre los más jóvenes. Igual que pasó con las apuestas hace unos años o los ultraprocesados.
En esta misma línea, la Comunidad de Madrid ha anunciado la puesta en marcha un sello para "centros sin pantallas" en Infantil y Primaria al que podrán acogerse los centros que lo deseen. Será, por tanto, una opción más para las familias que quieran escoger este tipo de educación para los primeros años de la formación de los jóvenes.
Desde que comenzó la nueva legislatura, Sol y el PSOE han priorizado en este tema. Uno de los proyectos más personales de Díaz Ayuso es un protocolo para que los profesores alerten, como ahora hacen con temas relacionados con drogas, la sobreexposición de los escolares a este tipo de dispositivos.
Los últimos estudios sobre el abuso de pantallas en menores de edad vinculan, directamente, el exceso de exposición a este tipo de dispositivos con un incremento en los problemas de lenguaje, así como en su desarrollo cognitivo.
La situación preocupa a los organismos internacionales pues, según estos mismos informes, el 69% de los niños supera el tiempo aconsejado delante de móviles y pantallas de ordenador o televisión.