Un error en la programación de los taxímetros obligará en las próximas fechas a revisar los aparatos de unos 9.000 taxis de los más de 15.700 que prestan servicio en la ciudad de Madrid y en otros 55 municipios de alrededor. Casi un 60% de la flota. Así lo confirman a Madrid Total fuentes del sector. Este contratiempo, en cualquier caso, no afecta a las tarifas para los clientes, sino al dígito que muestra el luminoso exterior del taxi cuando se ha fijado un precio cerrado. Los usuarios no pagarán más ni menos por culpa de este "fallo en cadena".

Para entender qué ha ocurrido, conviene explicar en qué consiste el proceso de "inyección tarifaria" al que cada año se someten los taxímetros. A finales de diciembre y a principios de enero, el sector actualiza las tarifas en los dispositivos de sus vehículos. Los fabricantes de los taxímetros son los responsables de reprogramarlos. El procedimiento empieza por ellos y, después, un laboratorio de metrología independiente certifica que todo esté en orden. 

Como novedad para este año, además de los precios, los fabricantes también debían modificar otro 'parámetro'. Debido a una resolución del Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida, los taxímetros tienen que impedir ahora que el conductor pueda cambiar el tipo de tarifa cuando están realizando un viaje a precio cerrado. Se trata de una nueva medida de control del régimen tarifario. Cuando un taxi está prestando este servicio, en el módulo luminoso del techo aparece el número 9, por eso a estos trayectos se les conoce como 'Dígito 9'. 

Ni el laboratorio ni la ITV

Desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid, sin embargo, han paralizado la inyección tarifaria en los aparatos de las marcas Taxitronic -que domina el mercado- y de Digitax. Los dos fabricantes cometieron un error y no introdujeron en los taxímetros el cambio normativo sobre los viajes a precio cerrado. También erró el laboratorio de metrología: "Ha certificado bien lo que estaba mal". 

El sello de Taxitronic está marcado en el 80% de los taxímetros de Madrid. La mayoría de los aparatos que se han inyectado erróneamente son suyos y una pequeña minoría los ha diseñado Digitax. La historia no queda ahí: de los 9.000 taxímetros inyectados, entre 3.000 y 4.000 pasaron la ITV sin que se encontrase el fallo. Por eso, las mismas fuentes del sector lamentan la "pérdida" de "dinero" y "tiempo" que acarrea este percance. 

Desde la Consejería de Economía confirman que "ha habido un fallo de programación por parte de dos fabricantes de varios modelos de aparatos que no ha sido detectado por el laboratorio independiente". Sin embargo, no tienen constancia del número de vehículos perjudicados. 

Nueva inyección de los taxímetros

"Ante esta situación, la Comunidad de Madrid se ha puesto en contacto con las asociaciones de taxistas, los fabricantes afectados y las ITV's para solucionar el problema, en el que se está ya trabajando para que los taxistas puedan cargar los programas corregidos y realizar la posterior verificación de los taxímetros en el menor tiempo posible y con el menor coste para ellos", apuntan. 

El sector está pendiente ahora de que se reanude el proceso de inyección. El revés tendrá consecuencias económicas. Durante las campañas de inyección, la Sociedad Cooperativa Madrileña de Servicio de Auto-Taxi (SCAT) se pone a disposición de sus 8.200 titulares asociados. Todos ellos utilizan aparatos de Taxitronic. Durante las semanas pasadas, la organización alquiló un pabellón en Ifema y contrató más personal para actualizar las tarifas en estos vehículos. Todo ello por un coste próximo a los 400.000 euros. 

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En cualquier caso, el presidente de SCAT, Leonardo Movilla, recalca que a los 8.200 taxímetros sólo les falta el programa del 'Dígito 9' e insiste en que las tarifas de precios están bien actualizadas. Por ello, el despliegue para la nueva inyección, la que van a tener que repetir, será "más barato", de unos 250.000 euros. Eso sí, Movilla recuerda que, hasta que no se resuelva esta situación, sigue habiendo otros miles de taxis que todavía no han actualizado las tarifas y siguen cobrando los precios antiguos. 

El representante de SCAT asegura que Taxitronic ya les ha ofrecido programar de forma gratuita los taxímetros afectados. Preguntado por posibles acciones legales, Movillo es prudente. Primero, su organización quiere ver qué "hacen pagar" a la cooperativa las partes involucradas. Una vez que cuenten con toda esta información, sus servicios jurídicos decidirán si procede actuar. 

José Miguel Fúnez, de la Federación Profesional del Taxi de Madrid, insiste en recalcar que el "error" no influye a las tarifas, pero sí que lo "terminan pagando los compañeros". "El taxista es el pagano de un trabajo mal realizado" desde un fabricante de taxímetros y desde el laboratorio.