"Estábamos como un rebaño de ovejas". Jorge, técnico de audiovisuales, recuerda así el último episodio de esperas y retrasos en Chamartín. Su tren salía a las 17 horas rumbo a Valladolid. Pero una avería en la electrificación de las vías tiró por tierra los planes de una multitud de viajeros de alta velocidad. "No puedes conciliar, no puedes tener una vida lógica", lamentaron en un vestíbulo Sandra y José, otros pasajeros afectados por las demoras. 

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) se encontró con el problema por la tarde. La incidencia afectó desde las 15:35 horas a las vías 19, 20 y 21 y retrasó el horario de seis trenes. Algunos de ellos cubrían el trayecto Madrid-Valladolid y al menos otro conectaba la capital con Alicante.

Según algunos usuarios consultados por Madrid Total en la misma estación, las mayores concentraciones de personas se produjeron en la primera parte de la tarde dentro de las instalaciones de Chamartín. "No se podía ni entrar a la estación. La policía no dejaba pasar y la gente se apelmazaba en la entrada", indicó Olalla, otra usuaria.

Además de derivar trenes a Atocha, Adif puso en marcha el protocolo ante estas situaciones, que implica desplegar a miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Los que acudieron a Chamartín eran miembros de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional. "Yo me colé detrás de un policía para ver la pantalla al menos", añadió la mujer. 

Olalla tenía previsto continuar con su trabajo de máster al llegar a Valladolid. Le acompaña en la espera Diana, que pretendía descansar, ducharse y tomar algo a su regreso. Ambas se quejaron de que "nadie" las estaba informando de la situación y de que este miércoles, a las 7 horas de la mañana, debían coger su tren habitual para acudir a sus puestos de trabajo en Madrid. "Estábamos como un rebaño de ovejas en el vestíbulo previo al control" de seguridad, matizó Jorge, al que le pareció que no había "ningún tipo de organización". 

Lo cierto es que dentro de la estación sí que se escuchaba por altavoz un mensaje que advertía de que la avería estaba provocando demoras en los trenes de alta velocidad. Este periódico acudió a Chamartín en torno a las 19 horas. En esos momentos, más de un centenar de personas esperaba de pie o sentado en el vestíbulo, pero no se veían situaciones de hacinamiento o agolpamientos de viajeros. Fuentes de Adif aseguran que, mientras su personal trabajaba para recuperar cuanto antes la tensión en las vías afectadas, se regularon los accesos para evitar las acumulaciones de los usuarios en el embarque. 

Además, el administrador estatal defiende que se reforzó el servicio de atención al viajero y la megafonía, al tiempo que otros trabajadores informaron con megáfonos a los pasajeros. La avería no afectó a los trenes que circulaban entre las vías 14 a la 18. El contratiempo que afectó a la 19, 20 y 21 no se subsanó hasta las 20:35 horas. "Es lamentable... Es un caos tras otro. Tres años llevamos cogiendo trenes y tres años con problemas", sentenciaron Sandra y José, un matrimonio que esperaba alguna noticia de los sendos trenes a Valladolid con parada en Segovia que tenían programados. 

Arturo, otro pasajero que se encontraba a pocos metros de la pareja, concluyó que las últimas incidencias se debían al avance de las obras de transformación que se están llevando a cabo en este nudo del transporte madrileño. 

"Enésimo día negro"

La jornada de retrasos en Chamartín volvió a avivar las críticas de Madrid al Ejecutivo central por las últimas incidencias registradas en esta infraestructura ferroviaria. Cabe recordar que hace apenas dos semanas se produjo en la misma estación un problema que interrumpió durante dos horas y 20 minutos el servicio de alta velocidad entre Madrid y Levante. 

"Enésimo día negro para los pasajeros del AVE en la estación de Chamartín", afeó en X (antes Twitter) el consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras del Gobierno regional, Jorge Rodrigo.

"La estación de Chamartín, colapsada y los ciudadanos, atrapados. Da igual cuando lo leas mientras Puente sea ministro. En cualquier Gobierno normal, ya hubiera sido cesado", publicó el delegado de Movilidad del Ayuntamiento de la capital, Borja Carabante. 

"Ni colapso ni caos"

El ministro de Transportes, Óscar Puente, máximo responsable de las infraestructuras ferroviarias del país, defendió en la misma red social que no se había producido "ningún colapso ni ningún caos" en Chamartín "como falsamente" estaban "trasladando" algunos medios de comunicación. Según Puente, se difundieron imágenes que no se correspondían con las vividas en martes.