Los detectives de incógnito que 'cazan' cacas de perro en Colmenar Viejo: "En un día ya han puesto una sanción"
- Dos profesionales, vestidos de incógnito, grabarán con caracter disuasorio las ifnracciones de los dueños de las mascotas.
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No son Ace Ventura, detective de mascotas, pero tampoco se quedan tan lejos de él. En las calles de Colmenar Viejo, dos nuevos agentes tienen una misión muy concreta: velar por la limpieza de las aceras, vigilando para que ningún excremento de perro quede sin ser recogido por su respectivo dueño. Vestidos de incógnito, estos profesionales, armados con discreción y cámaras, trabajan para identificar y sancionar a aquellos que ensucien la vía publica.
Detrás de esta innovadora campaña se encuentra la Concejalía de Medio Ambiente y Sostenibilidad del Ayuntamiento, que decidió relanzar esta estrategia tras su éxito hace algunos años.
La iniciativa, según explica a Madrid Total el concejal Felipe Mansilla Nogales, tiene un carácter principalmente disuasorio: "No buscamos multar por multar, sino concienciar. Por desgracia, parece que la única forma de hacerlo es tocando el bolsillo". La primera sanción ya se impuso el jueves, el mismo día en el que estos detectives vigilantes se estrenaron en sus puestos.
La vigilancia que nadie ve
Los dos detectives, que cuentan con acreditación profesional, se mueven por el municipio de forma discreta, eligiendo franjas horarias y zonas problemáticas. Entre los puntos donde su vigilancia es más estricta destacan los accesos a centros educativos, parques infantiles y entradas a centros de salud. Estas áreas han acumulado quejas vecinales debido a la presencia constante de excrementos caninos y basura en las aceras. El trabajo de estos profesionales se complementa con la Policía Municipal, encargada de ejecutar las sanciones.
Los detectives, tras observar a una persona cometiendo una infracción, documentan el hecho mediante grabaciones y avisan de inmediato a una patrulla, que acude para identificar y multar al infractor. "Graban las actuaciones incorrectas y, con esas pruebas, la policía puede sancionar directamente", detalla el concejal.
La necesidad de esta medida se hizo evidente en puntos concretos, como los alrededores de los colegios. "Recibimos muchas quejas de padres y directores por el estado de las aceras en horario escolar. Barrenderos pasan a las siete de la mañana, pero a las nueve, cuando llegan los niños, el problema vuelve a aparecer", indicó el concejal.
En el pasado, la misma estrategia consiguió reducir de forma significativa el volumen de residuos y excrementos durante más de un año. Ahora, el objetivo es prolongar esos resultados mediante una combinación de vigilancia, concienciación y sanciones económicas. "Ojalá no tengamos que imponer más multas, pero, si hace falta, seguiremos aplicándolas", afirmó Mansilla Nogales.
Proceso sancionador
La metodología utilizada por el equipo es esencial para garantizar que las infracciones puedan ser castigadas legalmente. Esto incluye pruebas visuales o audiovisuales que puedan sostenerse en caso de un posible recurso. La Policía no acepta denuncias sin pruebas propias, lo que explica la necesidad de utilizar detectives cualificados en esta campaña.
Aunque el concejal reconoció que los vecinos también pueden colaborar notificando incidentes, destacó que las pruebas aportadas por ciudadanos pueden tener un valor limitado frente a un juez. Por ello, el apoyo de los detectives se convierte en un elemento clave para asegurar que las sanciones se fundamenten de forma robusta y eviten problemas legales. Cabe recordar que este tipo de infracciones van acompañadas de un pago que se mueve entre los 100 y los 750 euros.
Una ciudad más limpia
Colmenar Viejo busca que estas medidas transformen su espacio público en un lugar más habitable y cuidado. Al priorizar la acción en lugares sensibles como colegios y parques, el municipio pone de manifiesto su compromiso con el bienestar comunitario.