Las caras de asombro de los que pisan por primera vez este curioso restaurante, resumen la experiencia en Ojalá Pool Bar, en el barrio de Chamberí. Y es que, en este nuevo sitio, la diversión está asegurada.
En cada uno de sus diferentes ambientes hay una sorpresa esperando para dejar con la boca abierta a cualquiera. Ya sea encontrar en los baños una máquina de arcade lista para que eches una partida o que para usar el secamanos tengas que entrar en una especie de cabina de rayos UVA vertical. Pero el colofón final llega cuando das inesperadamente al fondo del restaurante con una gran piscina vacía y multicolor.
Ojalá Pool Bar, en el número 45 de la calle Cea Bermúdez, emerge como un refugio para convertirse en algo más que un restaurante al uso, es un escenario inusual y cautivador que se convierte en el lugar perfecto para quedar con amigos o simplemente degustar su gastronomía internacional en el corazón de Madrid.
Los creadores del bar apodado 'la playa de Madrid', Ojalá Beach Bar, en el barrio de Malasaña, del Grupo La Musa, han abierto este nuevo local; pero no pierden su esencia, el 'concepto Ojalá' continúa: su suelo también es de arena.
A cualquier hora del día puedes acudir con hambre a Ojalá Pool Bar. Desde las 10 puedes pedir sus desayunos y brunch (9 los fines de semana).
Por otro lado, para los que prefieran elegir a la carta, hay una amplia variedad de platos para compartir, tapas, bocadillos, sándwiches y hamburguesas. Si la indecisión te puede, no te preocupes, tienes hasta la 1:00 de la madrugada para decidirte (2:00 los findes de semana).
La oferta abarca desde hummus de garbanzos con chips de boniato, patatas bravas con alioli, croquetas de jamón y pollo, nachos, hasta ensaladas, para aquellos que buscan opciones más saludables y ligeras. El precio medio por comensal es de unos 20 euros.
En sus bebidas destacan las limonadas, los vinos y las sangrías. La especialidad de la casa es la sangría blanca con frutas, con un sabor suave y delicioso.
El amplio local consta de tres espacios: una terraza exterior, el gran salón interior y, al fondo, una zona chill out con arena de playa, tumbonas y piscina, que es el principal foco de atracción para los que pisan por primera vez Ojalá.
Pero la gran incógnita es: ¿qué hace una piscina vacía en medio de un restaurante? Si le lanzas esta pregunta al personal, te desvelarán amablemente el secreto.
"Este local ha sido bazar, gimnasio, floristería... Cuando empezaron a excavar para las obras de Ojalá se encontraron con una piscina. Los dueños y diseñadores quisieron mantener la historia del lugar. Se cree que era el spa del gimnasio", narra Ángel, uno de los camareros que llevan desde la apertura del restaurante, hace unos 6 meses.
Ojalá Pool Bar es un lugar versátil que se adapta a cualquier ocasión. El ambiente cambia notablemente a lo largo del día y la noche, lo que lo convierte en el destino ideal para reuniones con amigos, cenas románticas o simplemente disfrutar de una tarde tranquila junto a la piscina… una piscina vacía y rodeada de arena, que se llena de gente con ganas de disfrutar de esta experiencia única.