Como lo lees. Las piedras del monte La Maliciosa son típicas de Becerril de la Sierra y sólo las venden en la pastelería Domca.
Un poco más grande que un bombón y del mismo color que una piedra de granito. Así es este dulce típico que rinde homenaje a La Maliciosa, una de las montañas más altas de la sierra de Guadarrama.
Domca, al ser la única confitería del pueblo y llevar desde 1984 en funcionamiento, el anterior alcalde de Becerril de la Sierra, Antonio Herrero, les propuso hace unos 2 años que crearan el dulce típico de este municipio de la sierra de Guadarrama. Pero, ¿qué podía representarlo?
A esta pregunta le estuvo dando vueltas Javier Domínguez, uno de los propietarios de la pastelería, junto con su equipo de reposteros, hasta que dieron con la clave: "Es un pueblo de piedras porque tenía una cantera y La Maliciosa es una montaña pegada a Becerril", cuenta a Madrid Total el dueño de Domca.
Mirando antiguas recetas de las abuelas de este pueblo, de unos 5.500 habitantes, dieron con que las rosquillas con sabor a naranja en su interior eran típicas de allí. "Así que el dulce 'las piedras de La Maliciosa' son rosquillas con un baño de chocolate blanco que recrea el color de la piedra berroqueña —granito— con pintitas negras y grises".
[Los argentinos que revolucionan Alcorcón con su tarta 'red velvet' que te la llevan a casa]
De esta manera, Doma se ha convertido en la única pastelería de la Comunidad de Madrid que vende piedras. Concretamente unas 30 cajas a la semana.
"Mucha gente no las conoce y se las lleva como algo típico de Becerril", informa Domínguez, que añade que han tenido muy buena acogida tanto en los turistas que vistan la sierra como los oriundos de la zona. Una bolsa de seis piedras cuesta 2,50 euros; la caja de 13, 7,50 euros; y la caja de 20, 13 euros.
La responsabilidad de inventar y diseñar un dulce nuevo con tanto significado para los vecinos finalmente ha tenido efectos positivos. "Están muy contentos porque no había nada típico. Sobre todo vendemos más en invierno, porque parece que pega más con un café calentito", detalla Domínguez.
Sus dulces
Las piedras de La Maliciosa son dulces y tiernas por el sabor del chocolate blanco, la naranja y la masa de rosquilla. Su elaboración lleva un par de horas, según detallan desde el obrador, "hacemos rosquillas redonditas artesanas, las dejamos enfriar para luego bañarlas en chocolate, que tiene un color gris y rosa, y las volvemos a dejar enfriar".
Pero realmente, lo que más vende Domca son sus pastas, tartas y bollería. "A la gente le encantan los croissants porque hacemos una receta de hace 40 años que crearon nuestros padres. Seguimos con los mismos ingredientes. Es un bollo muy artesano y rico", detalla Domínguez, segunda generación de la pastelería familiar que fundaron sus padres.
Además, su maestro pastelero, Roberto López, crea auténticas obras de arte con decoraciones de lo más elaboradas en tartas y figuras, como un barco de chocolate o personajes de películas prácticamente a tamaño real, todo con ingredientes comestibles.
A pesar de llevar décadas en este oficio, desde Domca no se aburren y aman su trabajo. "Hacemos tanta variedad de repostería que no nos cansamos y es muy agradecido. Al fin y al cabo, endulzas la vida de la gente", aunque eso signifique repartir piedras entre los más golosos.