Llenan las discotecas de Madrid y las de allá donde van. Se trata de Lunnas DJ, las hermanas gemelas madrileñas que empezaron de casualidad en el mundo de la música electrónica, pero que ya han pinchado en "más de cien países", aseguran.
En la noche madrileña, todo el mundo las conoce. Se trata de Isabel y María Peña Luna (Madrid, 1992). Dos hermanas de padres nicaragüenses que se criaron en el barrio de Chamberí.
Siempre habían sentido pasión por la música, "coleccionábamos vinilos y nos hemos recorrido todo el mundo para ir a los conciertos de Bob Dylan, The Who, Paul McCartney, Madonna, etc."; pero nunca habían pensado en dedicarse a ello, "empezamos a estudiar Arquitectura y Diseño de moda, hasta que un amigo nos propuso pinchar en su club de Madrid".
Esa primera actuación la llamaron Motel Club, donde las vieron actuar personalidades del mundo del cine y el espectáculo como Alex de la Iglesia.
Aunque Madrid no es un buen sitio para los DJ de música electrónica, aseguran las gemelas, sí que cuenta con los mejores clubs y lugares de ocio nocturno a nivel mundial. En parte, gracias a eso consiguieron llegar tan lejos sin salir de su ciudad natal.
Las hermanas empezaron con 21 años, "repartiendo flyers y sin un duro" hasta que las fichó Sebastián Gamboa, su primer representante. Poco después, por estudios, Isabel se mudó a Ibiza y le siguió María.
Sebastián les mandó una mesa de mezclas a su piso de estudiantes de Ibiza para que empezaran a aprender y crear temas. "Era tan pequeña mi habitación que tenía que ensayar con la mesa encima de la cama", cuenta María.
Su primer empleo como DJ fue en el Hard Rock Cafe de Ibiza. "Estuvimos un año pinchando durante 8 horas prácticamente para una columna en la recepción del hotel", recuerdan entre risas.
No sólo esa columna supo valorar su talento musical, porque de actuar en todo tipo de salas de Madrid e Ibiza, Lunnas DJ ha pasado a pinchar en las salas más selectivas de los cuatro continentes (les falta Australia) y con DJ internacionales de la talla de Solomun, Fatboy Slim, Purple Disco Machine, Todd Terry, Idris Elba o Bob Sinclar.
Diez años de entrega a la música electrónica les ha dado para crear diez discos, una fiesta propia y recientemente un sello discográfico.
Su música, afro-house con toques de flamenco, tango, cumbia, ritmos africanos, etc. ha cautivado los corazones de los amantes de la electrónica en ciudades como Doha, Nueva York, Casa Blanca, Dubái, Bruselas, Río de Janeiro... Lunnas suele asistir a festivales de música internacionales, además de pasar la temporada de verano en Ibiza como DJ frecuentes de Pacha, una de las discotecas más importantes de la isla.
Su propia fiesta
Las DJ han creado su propio espectáculo, Lunnatica. "Llevamos nuestra fiesta electrónica por todo el mundo", cuenta Isabel. Las madrileñas consideran que no pudieron tener mejor regalo por su 31 cumpleaños el pasado 19 de noviembre: "Hicimos Lunnatica en pleno Manhattan", en su ciudad favorita.
Se trata de una increíble noche de música electrónica con show de contorsionistas, vestuario rosa (el color de su marca) y una producción visual en pantallas 3D con unos efectos de película. Algunos de los lugares más cercanos donde van a hacer Lunnatica este 2024 son en Madrid, Teatro Kapital (25 euros), y en Ibiza, Pacha (60 euros).
La próxima fiesta en la capital es el viernes 8 de marzo, "para celebrar el Día de la Mujer", dicen, y es que las gemelas hacen todo lo posible por conseguir que el número de DJ mujeres se iguale al de hombres, por eso en sus shows suelen invitar a otras artistas.
Cada vez sufren menos la discriminación sobre los escenarios, pero "al principio sí lo notábamos mucho. Nos juzgaban más por ser tías y decían que pinchábamos en Pacha por estar buenas. Ahora que llevamos tanto tiempo nos respetan", recuerda María.
Relación de amor-odio
En estos momentos están en la cresta de la ola, lo que las hace tener una relación de amor-odio entre ellas y con el sacrificio que conlleva la profesión. "Hacemos viajes sin dormir, son trabajos inestables, nos hemos perdido bodas, cumpleaños... por estar en la otra punta del mundo actuando; pero todo trabajo es bienvenido y tiene su recompensa", opina Isabel.
Por otro lado, agradecen tenerse la una a la otra, sobre todo para no viajar solas. "Pero cuando volvemos a Madrid, acabamos saturadas. Muchas horas juntas", comentan mientras cruzan miradas.
La agenda de las madrileñas es un no parar. Tienen claro que no quieren una vida convencional y llevar su música al máximo de países posibles.
Después de haber cumplido todos sus sueños, se plantean retos nuevos: "Nos gustaría crecer en nuestras producciones, pinchar más en Asia y nunca lo hemos hecho en Egipto".