En pleno barrio de Malasaña abre una tienda de ultramarinos donde comprar conservas y vino, que también cumple la función de taberna de barrio. El cartel de la calle de San Joaquín dedicado al cantautor Sabina lo luce ahora la fachada de Ultramarines del Coso, la nueva propuesta que une en un solo concepto tres locales diferentes.
Todo empezó por un simple problema de licencias que ha llevado al Grupo Lamucca a crear un ingenioso espacio en el que puedes elegir entre cuatro ambientes diferentes. Tomar algo en la bodeguita en un colmado, en una barra de degustación, en una taberna o en una terraza.
Así, es un espacio gastronómico con aire de otras épocas, pero muy contemporáneo. La bodeguita está inspirado en las antiguas tiendas de alimentación. En cambio, su extremo, el restaurante, aspira a recrear las tascas de barrio del siglo XXI donde se solía saludar al cliente por su nombre.
El 20 de diciembre empezó a funcionar y desde entonces "ha tenido muy buena acogida", valora Andy Boman, el chef a cargo de la propuesta gastronómica, que se puede degustar en cualquiera de los tres espacios.
Andy, alias El Flaco, fusiona varias culturas gastronómicas en la carta de Ultramarines. Sueco de nacimiento y criado en África, aterrizó en Madrid en 2007 para abrir su propio negocio de comida asiática, tras también haber pasado por la cocina de un restaurante en Australia. De esta manera, combina los sabores de toda su vida con los productos típicos de las tabernas madrileñas.
El chef de la cocina fusión ha creado una personalísima carta con toque nórdico que reivindica y homenajea los ahumados con platos tan apetecibles como las gildas ahumadas o la ensaladilla ahumada con salmón, uno de los platos que para Andy es uno de los imprescindibles. "También están gustando mucho las ostras con salsa tailandesa y las costillas de cerdo ahumadas con sticky asian glaze", añade el cocinero Andy.
En tu comanda tampoco pueden faltar las anchoas 00 sobre brioche ahumado, que "como curiosidad nuestro proveedor quita sus espinas una a una", explica Juan Carlos Caballero, el encargado del restaurante.
La hamburguesa de Ultramarines con jalapeños y mayonesa de Kimchi es la que más está sorprendiendo hasta el momento. "Es de filete de merluza rebozado en cereales Corn Flakes, huevos pasteurizados, hojas de menta, aguacate y cilantro", describe el encargado del restaurante.
Por otro lado, la vena viajera del Flaco se deja sentir en platos como el ssam de oreja thai crujiente con nam prik o las brochetas de cordero con tahini, sumac y pan hojaldrado; pero siempre dejando hueco para los aromas taberneros del Madrid contemporáneo con platillos como los funky callos o las croquetas de sobrasada con dip de queso de cabra. Para los amantes de los platos vegetales, Ultramarines ofrece un producto de mercado como el timbal de alcachofas con tomates semi secos, almendras y cebolla morada.
De postre, si eres un amante del merengue, no te puedes ir sin probar su deliciosa tarta pavlova de maracuyá y frambuesas. El precio medio puede ir desde los 10 hasta los 40 euros dependiendo del ambiente que escojas.
Completa la experiencia con una selección de vinos naturales de pequeños pagos inusual y poco ortodoxa que recorre toda la geografía española, vermut casero, café de especialidad y desayunos de lunes a domingo.
Ultramarines del Coso es el nuevo lugar de encuentro en Malasaña que te acoge con olor a pan recién tostado por la mañana, a vermut de mediodía y a comida de casa.